El PNV lleva días pidiendo asistencia al Alderdi Eguna cuando todavía quedan dos semanas. ¿Por qué hacen tanto hincapié en que esta convocatoria es especial?
Por fin vamos a tener un Alderdi Eguna normal, porque el año pasado mucha gente no fue, o lo hizo con mascarilla. Es hora de que la gran familia abertzale del PNV se vuelva a juntar, que volvamos a rememorar lo que era el Alderdi Eguna previo a la pandemia. Queremos que haya movilización, pero también estamos en medio de un ciclo político en el que necesitamos demostrar fuerza, mandar a la sociedad la idea de que el PNV está allí, fuerte como siempre, y va a asumir los retos políticos que tiene este país con su gente. No somos un partido de élites ni de cuadros, sino de bases, de militancia. Y si tienes a la militancia allí presente y fuerte, eso es imbatible.
¿Necesitan lanzar ese mensaje de unidad y de fuerza ante quienes dan al PNV por superado por EH Bildu?
Unidad y fuerza tenemos. Hemos hecho autocrítica, tenemos un diagnóstico y medidas para salir adelante, pero ojo, a cualquiera le gustaría tener el 35% de votos que tuvimos de media en las elecciones municipales y forales. Ni el PSOE ni el PP han sacado de media ese 35% en las españolas. Hay que enfriar algunas mentes calenturientas que desde Madrid quieren dar la sensación de que el PNV es una cosa acabada y viene Bildu. No lo hacen porque sea verdad, lo hacen para ir contra Sánchez y agitar el espantajo de lo vasco otra vez, de que viene Bildu y vienen los malos. El PNV está con ilusión, y va a ser capaz de plantearle a la sociedad vasca lo mejor para los próximos tiempos. En las elecciones autonómicas habrá, sobre todo, dos opciones: el PNV, el país que hoy tenemos, con garantías y capacidad de mejora; y la alternativa de quien promete pero nunca cumple.
Usted admite que al PNV quizás no se le ha percibido cercano a las demandas de los más vulnerables en el momento de la pandemia, por la situación en las residencias… ¿Puede concretar qué errores han cometido?
“Tenemos un margen de mejora en la toma de decisiones de manera más pedagógica”
Hubo que cerrar los bares, llevar la movilidad a cero, hacer cosas en el sistema sanitario, educativo y productivo... Todas ellas eran medidas impopulares, y la gente ha salido de ahí con una dosis de cabreo. Nos ha pasado a nosotros y al resto del mundo. Probablemente, ahora, si tuviéramos que hacer frente a una pandemia como la que hemos tenido, no tomaríamos decisiones muy diferentes, porque las decisiones eran las que había que tomar; pero seguramente las haríamos de otra manera, de una manera más explicativa, más participativa, más pedagógica... Ahí es donde tenemos un margen de mejora, explicar a los colectivos afectados por medidas extraordinarias que son medidas que hay que tomar sí o sí, pero hacerlo de una manera más comprensiva y digerible para la gente.
ELA cree que el PNV no hace autocrítica y que se dedica a culparlo de agitar los conflictos, en lugar de reconocer que las políticas del Gobierno vasco generan malestar.
“Vamos a una especie de totalitarismo sindical; ELA va contra cualquier atisbo de institucionalización”
Son datos objetivos. El otro día, dos dirigentes de ELA acusaban al PNV de defender a los ricos por oponerse a la Ley de Vivienda estatal. Defender el autogobierno para ELA es defender a los ricos. Una parte de la dirigencia de ELA tiene un indisimulado interés político en horadar el autogobierno vasco institucional. ¿Para que venga qué? Ni idea. Porque tampoco le veo muy de acuerdo con lo que hace Bildu en Madrid. Nos quiere debilitar para ser más fuerte él y para que dependamos de él. Estamos yendo a una especie de totalitarismo sindical, porque tampoco tiene capacidad de acuerdo con LAB ni con otros sindicatos. Es una especie de contrapoder global, y horizontal, contra cualquier atisbo de institucionalización del país, o de avance en políticas sociales que no cuentan con su aquiescencia.
Si una de las conclusiones que saca es que hay que hacer pedagogía, y no tanto cambiar lo que se ha hecho, interpreto que la confianza en Iñigo Urkullu como candidato para las elecciones autonómicas del año que viene se mantiene vigente…
“¿Mantener la confianza en Urkullu? No culpo a ningún gestor del PNV de la situación que tenemos; al contrario”
Yo no le echo la culpa a ninguna institución ni a ningún gestor de la situación que tenemos. Al contrario. La gente que tenemos en las instituciones las ha pasado canutas en una situación desconocida para todo el mundo, y creo objetivamente que la nota de la gestión ha sido buena a pesar de todas las dificultades. Yo les apoyo a todas y todos. No tiene que ver con las personas, tiene que ver con el posicionamiento del partido ante la sociedad y con las mutaciones de la propia sociedad. Nos gusten más o menos esos cambios, hay que ver qué soluciones plantea el PNV, y a partir de ahí, empezar a hablar de personas.
Pero tendrán que empezar a hablar de personas a no mucho tardar, porque las elecciones son el año que viene. Imagínese que hubiera un adelanto electoral. Tendrían que tener lista la candidatura en diciembre.
Pero está en manos del lehendakari, que es del PNV y que viene al EBB los lunes. No nos anticipemos.
Usted ha hablado sobre su propio futuro y ha dicho que le gustaría que fuera su último mandato…
Es mi convicción personal, pero escucharé. Llevo un montón de años y es lógico en la vida que venga savia nueva. Después de estar 12 años en un cargo, por lo menos uno tiene que ponerse a disposición y decir: ¿No será bueno traer a alguien de refresco, hacer un nuevo puente con otra generación? Es sano que lo abordemos sin dramatismos. Si no, nos perpetuaríamos en el poder siempre, o solo te podrías marchar cuando pierdes las elecciones. Las dos cosas son negativas: tener siempre a los mismos dirigentes solo lo hacen el Partido Comunista Chino y el Soviético, y tener que forzar los cambios justo porque pierdes no lo quiero ver en el PNV.
Tras el sobreseimiento de una de las querellas del ‘caso Bidegi’, ¿cree que Bildu debería disculparse?
Sí. Además de mentir, intentó arruinar la vida a personas concretas. Esa práctica mafiosa la ha extendido hasta la náusea. Con la lentitud de la justicia española, además, pasan ocho años de calvario bajo sospecha. Bildu ha utilizado durante años la justicia española para desgastar al PNV.