El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se ha defendido este jueves de "los ataques" y las "dudas injustificadas" a su independencia señalando que "la ciudadanía puede estar tranquila", porque "no hay decisión" suya "que no esté sometida a los principios de motivación, publicidad y consenso".

Durante su discurso en el acto de apertura del año judicial, que ha presidido el rey, García Ortiz ha querido dejar claro que "la acción de la Fiscalía, discutible y criticable, como es normal y natural en democracia, está sometida a filtros y controles".

Al respecto, ha asegurado que las y los fiscales deciden en situaciones de conflicto y adoptan "posturas procesales enfrentadas, en ocasiones, a otras partes".

"Por lo tanto, no nos escondemos, asumimos la crítica propia de quien se responsabiliza de sus decisiones, de quien ejerce su oficio y de quien somete su criterio a la decisión de los tribunales", ha añadido en presencia de la alta judicatura del país.

Otra cosa son "los ataques" a la figura del fiscal general del Estado que "no deben contagiar a la propia carrera" ya que "aún siendo el principio de unidad de actuación lo que justifica la jerarquía", ha defendido que "no hay decisión" suya "que no esté sometida a los principios de motivación, publicidad y consenso".

Por eso, ha lamentado las críticas al principio de dependencia jerárquica, que "en ocasiones ha provocado ciertas reticencias a la hora de valorar nuestra actuación e, incluso, ha sido utilizada para sembrar dudas injustificadas sobre ella".

Y, tras recordar a "quien asuma la responsabilidad del Gobierno" la oportunidad de emprender definitivamente la reforma procesal para que los fiscales asuman la investigación penal, ha avanzado que la Fiscalía "está abierta a cambios": "No nos inquieta cambiar o mejorar las garantías de imparcialidad de la institución, de los fiscales o del Fiscal General".