Tras la presión que han ejercido sobre Pedro Sánchez el PNV del Congreso y el Senado y la secretaría general de Acción Exterior del Gobierno vasco, el lehendakari ha dado un empujón más este viernes a la exigencia de que las naciones y regiones con competencias legislativas tengan una participación más directa en la Unión Europea. Iñigo Urkullu ha solicitado un "espacio propio que habilite" a los pueblos a participar en la construcción europea, y ha avanzado que esta propuesta se va a desgranar en un encuentro que celebrará este mes de marzo en Euskadi la iniciativa RLEG que él lidera, y que agrupa a los territorios con competencias. Ya el año pasado, los 16 territorios agrupados en esta iniciativa solicitaron la creación de un foro interinstitucional para poder tener voz en cuestiones como la redacción de leyes europeas. En la lista se encuentran otros territorios como Catalunya, pero también socialistas (Valencia e Illes Balears) y procedentes de otros estados como Alemania. La presentación de esa iniciativa llegará en puertas de que Sánchez asuma la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea el 1 de julio y por espacio de un semestre, lo que para el PNV abre una ventana de oportunidad para avanzar.

Urkullu ha realizado este planteamiento en la inauguración del IV Congreso de la Unión de Europeístas y Federalistas de España (UEF España), al que ha sido invitado, que se celebra entre este viernes y el sábado en Bilbao, y donde participan también rostros conocidos para la política vasca como Alberto López Basaguren, el jurista que propuso el PSE en la Ponencia de Autogobierno del Parlamento para la redacción del nuevo estatus, en su condición de catedrático de referencia de los socialistas.

En su intervención, que ha comenzado con un recuerdo a las víctimas del 3 de Marzo de Gasteiz, el lehendakari también ha alertado sobre el riesgo de que los territorios del Atlántico puedan quedar relegados en las conexiones del ferrocarril y el hidrógeno (una mención que parece traer a la mente el enredo que ha surgido porque Francia se resiste a cumplir los acuerdos con el Gobierno español). En ese sentido, ha vuelto a pedir la creación de una macrorregión atlántica, que en principio tiene visos de poder materializarse durante la presidencia de Sánchez porque también comparte esta demanda. Esta macrorregión, para Urkullu, podría facilitar la "gobernanza multinivel que cuenta con las naciones y regiones en el interior de los estados".

Discurso europeísta

Urkullu ha lanzado un discurso europeísta en este cónclave, que se produce con motivo del 75 aniversario del Congreso de La Haya, el embrión de la construcción europea tras la Segunda Guerra Mundial para evitar que se repitiera una debacle semejante. Urkullu ha vuelto a traer a colación la implicación vasca en este proyecto, con nombres como los de Aguirre, Landaburu o Madariaga. "El orden mundial vigente desde 1945, que fue testigo del desmoronamiento del bloque soviético, se transforma. Por primera vez, asistimos dentro de Europa a una ruptura flagrante del orden normativo internacional con la agresión de la República rusa a Ucrania hace poco más de un año, con unas consecuencias catastróficas. En este sentido, la pasada semana tuvimos ocasión de volver a solidarizarnos con el pueblo y el Gobierno de Ucrania, así como agradecer la labor de acogida y apoyo de las instituciones públicas y las asociaciones de la sociedad civil en Euskadi", ha repasado.

"El eje de la Unión Europea está virando hacia el este con la aparición de un nuevo espacio económico compuesto por los países bálticos, Polonia y Ucrania. Asistimos también a la irrupción de un nuevo vector energético ejemplificado por el hidrógeno, el impulso de las energías limpias y el desarrollo desigual de las redes transeuropeas. Es evidente que la consecución de una Europa de cero emisiones requerirá de nuevas cadenas de suministro energético y de formas avanzadas de movilidad. En este sentido, es preocupante que el Atlántico pueda quedar relegado en el desarrollo de la Europa 2030 en materia de redes transeuropeas de transporte, especialmente el ferrocarril. No menos preocupante es la ausencia de planificación en relación a un corredor del hidrógeno atlántico. De la misma forma, proyectos como el desarrollo del coche autónomo requerirán de la colaboración público-privada de los agentes económicos y sociales del eje atlántico", ha recalcado.

En ese sentido, el lehendakari reivindica "el Arco Atlántico como un eje de acción prioritario en Europa". "La configuración de una macrorregión podría ser el embrión de un área reforzada de colaboración atlántica. Un área en la que pueda hacerse realidad una gobernanza multinivel que cuente con las naciones y regiones en el interior de los estados, y con los agentes económicos y sociales de la sociedad civil", ha puesto en valor. Se da la circunstancia de que, pese a la cumbre España-Francia en Barcelona y la firma de un Tratado de Amistad, un informe del Elíseo retrasa hasta al menos 2042 la conexión en frontera del TAV, y también existe el riesgo de perder influencia en el corredor del hidrógeno porque Francia hace valer el suyo, de producción en sus centrales nucleares.

Una Europa con los pueblos

Urkullu ha pedido también "una Europa construida de abajo arriba, en la que los pueblos, naciones, regiones con competencias legislativas, encontremos un espacio propio que nos habilite para participar en la construcción de la Unión Europea". "Esta es la propuesta de la iniciativa RLEG que presentaremos en Euskadi este mismo mes de marzo. Eurorregión, macroregión atlántica o Carta RLEG son propuestas de una Euskadi que quiere participar en el futuro de una nueva Europa más integrada, solidaria y federal, sobre la base del principio de subsidiariedad", ha zanjado.