- Durante toda la mañana y parte de la tarde, Lehendakaritza permaneció en un silencio estoico. Las fuentes consultadas no quisieron contestar al líder del PSE, Eneko Andueza, quien había asegurado que el lehendakari defendió en Córcega un nuevo modelo de Estado a título personal. Pero llegó la rueda de prensa a última hora de la tarde para valorar su viaje, e Iñigo Urkullu criticó que no es la primera vez que Andueza choca con él mismo (no ya con el PNV), y que haría bien en defender un más y mejor autogobierno como recoge su acuerdo para gobernar en coalición. Es la segunda vez que el lehendakari, aun mordiéndose la lengua, apercibe a Andueza. La primera tuvo lugar en el contexto de la negociación del pacto educativo, cuando lo convocó a una reunión para engrasar la relación y coordinarse después de que Andueza negara en público la existencia de un acuerdo.

En aquel momento, según pudo saber este periódico, buena parte del malentendido tuvo que ver con el relevo de los equipos en el PSE tras la marcha de Mendia, que provocó que se traspapelara algún documento. Pero más adelante los choques han seguido, esta vez por cuestiones relacionadas con el autogobierno. Andueza ha matizado que la relación en los gobiernos es buena y Bingen Zupiria lo confirma, pero sus críticas comienzan a bordear ya con el respeto a los acuerdos suscritos: PNV y PSE se dieron libertad para defender sus posiciones, pero pactaron renovar el pacto estatutario. Y Sánchez se comprometió en el Estado a acometer reformas legales y hacer transferencias (en estos traspasos hizo énfasis Urkullu). En la rueda de prensa para valorar la visita, Urkullu se reafirmó en lograr más soberanía, pero con voluntad de alcanzar un amplio consenso. Y dijo que, pese a las diferencias entre los territorios europeos con competencias, pueden avanzar en reclamar el estatus de región asociada a la Unión Europea.