- Aparentemente ajeno a las miradas y al escándalo que suscita, Juan Carlos I siguió ayer prodigándose en público por Sanxenxo y saliendo a navegar en el Bribón, una escena que promete repetirse en los continuos viajes que él mismo ha dejado claro que piensa hacer al Estado una vez que se han archivado todas las investigaciones que existían sobre su persona en el Tribunal Supremo.
Así, tanto esta visita como las próximas amenazan con convertirse en un dolor de cabeza constante para un Felipe VI que no ha sido capaz de imponerse sobre la voluntad de su padre.
Con todo ello, un monarca emérito que se sabe impune y libre de trabas judiciales se pasea ya tranquilamente por la geografía española visitando a los amigos, participando en regatas y recibiendo incluso baños de masas como los que se han visto estos días en Sanxenxo.
Todo apunta a que el próximo hito se dará muy pronto, concretamente, dentro de dos semanas. Y es que el antiguo jefe de Estado manifestó el pasado viernes a sus allegados que tiene intención de volver a Sanxenxo para disputar con su embarcación el campeonato del mundo de vela de la clase 6m, que se disputa en la localidad gallega entre el 10 y el 19 de junio.
Si dicho viaje de Juan Carlos I se confirma, se volverá a repetir la estampa de estos días, para molestia e intranquilidad del actual jefe de Estado y del Ejecutivo de un Pedro Sánchez que no da con la tecla para llamar al orden a la Casa Real y poner fin a sus sucesivos escándalos, paso imprescindible para acometer una verdadera renovación de la institución.