El Rey Felipe VI ha hecho público este lunes, "por decisión personal", un patrimonio personal por algo más de 2,5 millones de euros en línea con sus esfuerzos de modernización de la Corona y convicción de que es necesaria una regeneración de la vida pública, según ha informado Zarzuela.
En concreto, el Rey dispone de un patrimonio de 2.573.392,80 euros, de los que 2.267.942,80 son depósitos en cuenta corriente o de ahorro y valores representativos de la participación en fondos propios de cualquier entidad y 305.450 euros son objetos de arte, antigüedades y joyas de carácter personal, que han sido debidamente tasadas.
Dicho patrimonio, explica la Casa del Rey en un comunicado, procede de las retribuciones percibidas por Don Felipe en los últimos 25 años, primero como Príncipe de Asturias desde 1998 y luego desde 2014 como monarca. En total, en este periodo ha percibido 4.275.766,94 euros, a los que hay que deducir las retenciones fiscales practicadas así como los impuestos satisfechos en estos años.
Desde Zarzuela reivindican que desde su proclamación Felipe VI "inició el camino de la modernización de la Corona para hacerla más merecedora del respeto y de la confianza de los ciudadanos bajo los principios de ejemplaridad, transparencia, rectitud e integridad en sus comportamientos".
En un comunicado, la Casa del Rey remite a su discurso del 19 de junio de 2014, cuando ya se refirió a la demanda ciudadana "ejemplaridad" en la vida pública. "Esa demanda de regeneración pública está muy presente en los millones de personas que afrontan su trabajo cotidiano con esfuerzo y honradez, con vitalidad y generosidad" y que "a diario cumplen con sus obligaciones", ha señalado.El Gobierno y el PP han sido informados
Fuentes de la Casa del Rey han precisado que tanto el Gobierno como el principal partido de la oposición, el PP, han sido informados y comparten la decisión de Felipe VI de hacer público su patrimonio.
Asimismo, el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, se ha puesto en contacto con otros grupos parlamentarios con la salvedad de ERC, Junts, CUP, Bildu y BNG, partidos que, han recordado las fuentes no están con el consenso de la Constitución de 1978, siguiendo así el criterio que en su momento ya fijó la entonces vicepresidenta Carmen Calvo.