- El PSOE y Unidas Podemos han alcanzado un acuerdo para presentar su decreto anticrisis, pero tienen una discusión no resuelta. Y no es menor: se trata de los términos de la propuesta conjunta que tendrán que defender con Portugal ante la Comisión Europea para topar el precio del gas y que, por extensión, quede rebajado el precio de la luz y se alivie a los ciudadanos y la industria. Después de que la vicepresidenta Nadia Calviño, defensora de la ortodoxia europea, criticara ayer la propuesta de Podemos para topar el precio del gas a 30 euros por megavatio hora porque debe ser objeto de un análisis técnico, la ministra Ione Belarra, de Unidas Podemos, volvió a responder: dijo que es cuestión de voluntad política.
Grupos del Congreso creen que este debate no se resolverá probablemente hasta dentro de quince días o un mes. En este contexto, el Consejo de Ministros de ayer se ciñó a lo que está cerrado, al Plan de Respuesta al impacto económico de la guerra de Rusia contra Ucrania, y salieron a la luz las medidas para incrementar la recaudación de los “beneficios caídos del cielo” de las eléctricas.
Belarra había hablado de topar el precio del gas a 30 euros, lo que supondría que el precio final rondara los 90, pero parece que tampoco encajaría demasiado bien con lo que quieren aceptar los países del norte de Europa. En cualquier caso, lo que pactó Pedro Sánchez fue una excepción ibérica para el Estado y para Portugal. Belarra insistió ayer en que su propuesta estaría avalada a nivel técnico por los equipos de Unidas Podemos y que, de todos modos, “no se le puede escatimar” a la ciudadanía la ambición en este terreno, dijo en TVE.
Belarra cree que la factura de la luz bajaría a niveles cercanos a los 110 euros. Aunque admitió que el debate tiene su punto técnico, sería sobre todo una “decisión política”. En el resto de cuestiones, Belarra se mostró satisfecha por el acuerdo con el PSOE y cree que lleva el sello de su partido. PSOE y Unidas Podemos no terminan de zanjar su permanente crisis, y ayer mismo volvieron a separar sus caminos en la votación de una propuesta para extender la prisión permanente revisable, que en principio iban a apoyar los dos. Unidas Podemos terminó desvinculándose.