- La oposición y los socios del PSOE, dentro y fuera del Gobierno, siguen apretando desde varios frentes al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, por el modo en que ha actuado con el Sahara Occidental, mientras presentan sus propias iniciativas para afrontar la inflación energética a la espera de lo que logre en el Consejo Europeo.
Son dos los principales retos a los que se enfrenta Sánchez al final de esta intensa semana política, uno relativo a la crisis política abierta por su carta a Mohamed VI por el Sahara y otro derivado de la subida desbocada de los precios de la energía, que intenta contener con medidas pactadas en Bruselas y que tiene su mayor expresión en el paro masivo de los transportistas.
Sobre el Sahara, ayer se pronunció, entre otras muchas voces, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que aseveró que las diferencias sobre esta cuestión son “de fondo” y eso es algo que “no se muda porque alguien comparezca”. Así, Díaz se desmarcó de esa “decisión de fondo que unilateralmente ha tomado una parte del Gobierno”.
En nombre del PP, su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, pidió a Sánchez que rectifique y “pida disculpas” por ese cambio que también ve “unilateral” y “temerario”, y volvió a recalcar que la política exterior debe consensuarse con las fuerzas políticas.
Es más, hizo hincapié en que sigue sin conocerse el verdadero “alcance” de lo negociado con Marruecos y puso de manifiesto que cualquier solución al conflicto debe basarse en una “decisión acordada” por las partes, dentro del marco de la ONU.
También advirtió Gamarra de que “no se puede romper relaciones con Argelia y generar un conflicto donde no lo teníamos”.
Por su parte, el PNV ha registrado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados con la que pretende que la Cámara se posicione en contra del cambio de postura del presidente del Gobierno español sobre el Sahara Occidental, y a favor del derecho de autodeterminación de la región.
En su iniciativa, que será debatida la primera semana de abril en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo, los nacionalistas vascos consideran que es “necesario” un pronunciamiento expreso del Congreso sobre esta nueva posición.
El PNV sostiene que, “por razones históricas, políticas y jurídicas”, el Estado español tiene una responsabilidad “muy relevante” en el conflicto del Sahara Occidental y que apoyar las pretensiones de Marruecos de otorgar una denominada “autonomía limitada” para esa región, como trasladó Sánchez en su carta al rey del país vecino, “contraviene gravemente” el derecho internacional, los principios y valores de la Carta de Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, EH Bildu y ERC también han registrado una iniciativa para que el Pleno del Congreso respalde la posición de Naciones Unidas, favorable a un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental, lo que permitirá a todos los grupos parlamentarios retratarse sobre esta cuestión tras el giro dado por Pedro Sánchez al avalar el plan de autonomía propuesto por Marruecos.
En concreto, la proposición no de ley registrada por los grupos parlamentarios republicano y abertzale persigue que el Congreso de los Diputados ratifique su apoyo a las resoluciones de la ONU y a la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en la antigua colonia española.
UP pierde otro escaño. La diputada canaria de Unidas Podemos Meri Pita, abandonó ayer su grupo parlamentario en el Congreso para sumarse al Mixto, ante el desacuerdo de varios cargos públicos de Podemos Canarias con la deriva de la formación a nivel estatal y el cambio de posición de Moncloa sobre el Sáhara. Su marcha del grupo confederal llega después de que Alberto Rodríguez tuviese que dejar la Cámara Baja después de que su escaño le fuese retirado tras ser condenado por el Supremo.