La diputada de Unidas Podemos Meri Pita, que es crítica con la dirección de la formación morada, ha comunicado su intención de abandonar el grupo parlamentario confederal y pasarse al grupo Mixto, según han señalado a Europa Press fuentes parlamentarias.
Y lo ha hecho a través de un escrito en el que se muestra muy dura con la deriva del grupo en la Cámara Baja y del partido, al que censura no ser una organización "ni democrática ni plurinacional".
Con esta decisión de la parlamentaria canaria, el espacio confederal pierde un escaño en el Congreso y de esta forma ahora contaría con 33, frente a los 35 con los que comenzó esta legislatura, dado que también permanece vacío el escaño que ocupaba el exdiputado canario Alberto Rodríguez, cuya vacante no se ha cubierto aún tras cinco meses de su salida de la Cámara Baja.
Podemos exige a Meri Pita que renuncie a su acta
Tras la renuncia de Pita, la dirección de Unidas Podemos en el Congreso le ha exigido que renuncie a su acta, que le corresponde a la formación, en lugar de pasarse al grupo Mixto y le ha acusado de comportarse como una "tránsfuga".
Según han indicado fuentes del grupo confederal, el criterio compartido en la bancada de Unidas Podemos es que Pita debe devolverle el acta al proyecto político por el que concurrió a las elecciones, si no quiere seguir representándolo.
"Estamos ante la decisión de una persona que logró un acta de diputada presentándose en las listas de Unidas Podemos, y 140.000 canarios votaron a Unidas Podemos para que este proyecto político les representara en el Congreso de los Diputados", han apuntado para expresar su malestar con la maniobra de Pita.
La diputada ha remitido una carta a los hasta ahora compañeros de grupo, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que comunica, después de un tiempo de "debates y reflexión sincera" en Canarias, han decidido que el acta que le corresponde por la circunscripción de canarias abandone la disciplina del espacio confederal.
De hecho, la carta no es individual y viene apoyada también por otros cargos en el archipiélago como el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas, Javier Doreste, la edil de distrito de Tamaraceite-Tenoya y San Lorenzo (Gran Canaria), Mercedes Sanz, la consejera del Cabildo de Gran Canarias, Conchi Monzón, el consejero del Cabildo de El Hierro, Armado Carballo, su homólogo en el cabildo de Fuerteventura, Andrés Briansó, entre otros cargos institucionales canarios.
Este grupo de dirigentes críticos con la deriva de Podemos tienen previsto el lunes realizar una comparecencia de prensa para explicar las razones que han llevado a dar este paso, que en la práctica deja a Unidas Podemos sin representación canaria en el Congreso.
El espacio está ahí con sus "miserias, sectarismo y cobardías"
En este sentido, Pita explica que ha evaluado con "honestidad", "sinceridad" y "sin acritud" su determinación de dejar el grupo, afrontando "con valentía y sin miedos" este paso sin intención de "hacer sangre ni herir a nadie".
Pero a continuación expone que la "deriva orgánica" del espacio confederal "está ahí", con sus "individualidades, sus miserias, sus manipulaciones, su sectarismo, sus cobardías y, cada vez más, sus proyectos biográficos mucho más que políticos". Una dinámica que está "muy lejos" de los principios que trajeron a la formación morada a la política.
"Podemos no es en estos momentos una organización ni democrática ni mucho menos plurinacional", reprocha Pita para constatar que la "realidad" es que la dirección del grupo confederal ha seguido la "misma lógica" que Podemos como partido.
Y es que, a su juicio, igual que Podemos "se deshizo de la opinión de la gente con una dirección que se colocó al margen de todo el mundo y en función de sus propios intereses, la misma suerte ha corrido este Grupo para sus diputados".
"Al fin y al cabo, no es de extrañar que coincidan las más de las personas que han renunciado al proyecto participativo que quiso ser Podemos", ha proseguido Pita a modo de reproche.
También ahonda en que la "caída electoral" de la organización sitúa a Unidas Podemos en la "barrena de una profunda pendiente perdedora", en lugar de "afrontar una reflexión política sobre las heridas a suturar y la forma de revertir la debacle organizativa".
"No hemos encontrado otro asidero que el cálculo de las infinitas miserias, los ataques en busca del enemigo interno y los patéticos codazos por figurar en no se sabe que parrilla de salida, desatendiendo de forma imperdonable cualquier coherencia y cualquier responsabilidad con respecto a nuestro programa y nuestros compromisos con la ciudadanía en general y con nuestras y nuestros votantes en particular", razona Pita y los otros cargos que le respaldan.
También razonan que seguirán defendiendo al archipiélago desde el grupo Mixto, dado que no han ido a Madrid, dentro de una organización que se define como plurinacional, a "asentir, obedecer y aplaudir a una dirección que se habilita a sí misma para hablar en nombre de Canarias desde Madrid".
Y también proclaman que no se conforman "con acuerdos de mínimos que luego se publicitan como cambios de paradigmas" ni a "tapar la vergüenza de la claudicación" en materias como pensiones, vivienda, la derogación de la 'Ley Mordaza', el proyecto de Memoria Democrática o el "injustificable acuerdo en la renovación del Tribunal Constitucional".
Golpe para el grupo parlamentario
De hecho, Pita fue una de las personas que sonó como una de las que rompió el criterio del grupo confederal y se desmarcó del apoyo a la polémica elección del jurista Enrique Arnaldo como miembro del TC, en el marco del acuerdo entre el Ejecutivo y el PP para la renovación del alto tribunal.
La ahora diputada del grupo Mixto también se postuló en las últimas primarias para elegir a la dirección de la formación morada en las islas, pero su candidatura en la que se integraba se retiró denunciando que no se daban las garantías mínimas en el proceso.
El abandono de Pita supone un golpe para el espacio confederal, que queda mermado en la Cámara Baja, y avecina una crisis interna en Canarias, dado que es una decisión compartida por varios cargos de Podemos en las islas, donde precisamente se ha desplazado recientemente la actual secretaria de Organización, Lilith Verstrynge.
Otro frente en Canarias: el escaño vacío de Alberto Rodríguez
A ello se suma la situación del escaño vacío de Alberto Rodríguez, que tras la pérdida de su escaño en el Congreso decidió abandonar el partido, del que fue también 'número tres' durante la etapa de Pablo Iglesiasen el partido.
Unidas Podemos busca reemplazar el escaño, sobre todo tras la ajustada votación para convalidar la reforma laboral, pese a la "injusta" decisión de retirarle el acta, y de lo que culpa a la presidenta de la cámara, Meritxell Batet, y al de la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS), Manuel Marchena.
No obstante, el proceso está encallado por un asunto formal, dado que la número tres de la candidatura a las últimas elecciones por la provincia de Tenerife, Patricia Mesa, no comunica a la Junta Electoral desde hace meses si su intención es asumir el acta o dejar que corra lista.
Por su parte, Rodríguez acusó a estructuras de Unidas Podemos de "atacarle" y "culparle" de que su escaño vacante en el Congreso siga vacío, algo que ha calificado de "gravísimo", y habló de "presiones" hacia él y su entorno para que se escogiera un sustituto, en vez de enfrentarse al PSOE y a Batet.