- Tras el acuerdo de Gobierno en Castilla y León por el que, por primera vez, Vox ocupará asientos en un Ejecutivo autonómico, y ante la expectativa de que se tenga que repetir esa jugada en las próximas elecciones en Andalucía, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que está llamado a liderar el PP, sigue allanando el terreno para un entendimiento con la formación de Santiago Abascal.

El último ejemplo se produjo ayer y la polémica fue inmediata. Al término de la reunión semanal del Gobierno gallego, Feijóo dijo que la violencia machista y la intrafamiliar son “dos tipos de violencia que existen” y son “perfectamente compatibles”. Aseguró por ello que si un padre mata a sus hijos tras “un problema con su pareja” no se corresponde con “violencia machista”, sino con “violencia intrafamiliar”.

El dirigente popular se pronunció en estos términos al ser preguntado por las declaraciones del consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, quien afirmó que era más partidario de utilizar el término “violencia intrafamiliar” que el de violencia machista. Varios cargos de Unidas Podemos calificaron a Feijóo de “indecente” y le acusaron de mimetizarse con la extrema derecha.

El coportavoz estatal de la formación morada, Pablo Fernández, aseguró en Twitter que el dirigente popular está “haciendo bueno” al aún presidente estatal del PP, Pablo Casado, lo cual revela el “nivel” de esta formación de cara a su nueva etapa. La secretaria de Estado de Igualdad y miembro de la Ejecutiva de Podemos, Ángela Rodríguez, calificó de “preocupante” que exprese esta postura, y añadió que hacerlo “por razones electorales es indecente”.

El dirigente de En Comú Podem, Joan Mena, criticó que el nuevo PP de Feijóo “empieza abriendo la puerta de par en par a la ultraderecha para participar en sus gobiernos y acaba mimetizando su discurso negacionista de la violencia machista”.

Mientras, desde la cuenta oficial de Podemos en Twitter lamentaron que al dirigente popular, que tenía imagen de “moderado”, se le “está yendo de las manos” su condición de presidenciable del PP. “No solo ha abierto la puerta del Gobierno a la ultraderecha, sino que está haciendo suyo un discurso misógino y machista”, sentenció esta formación.

Ante el revuelo causado por sus declaraciones, Alberto Núñez Feijóo trató de rebajarlas con un mensaje en su cuenta de Twitter en el que aseguró: “Que nadie dude de que lucharemos contra todas las violencias y que no daremos ni un paso atrás en la lucha contra la violencia machista”.

“Galicia sabe lo que es que un padre asesine a sus hijos para dañar a la madre y no estaba considerado violencia de género. Por eso Galicia cambió la ley para reconocer la violencia vicaria como violencia machista”, esgrimió. El barón popular concluyó que “también existe la violencia intrafamiliar, como cuando un padre mata a un hijo que está pegando a su madre o una madre comete un parricidio”.