- El Gobierno español inició ayer una ronda de contactos para forjar un “gran acuerdo de país” que le permita aprobar con un amplio apoyo parlamentario el Plan Nacional de Respuesta que aprobará el próximo día 29 para paliar las consecuencias económicas del conflicto en Ucrania. No respaldarlo en el Congreso sería un “error histórico”, decía la víspera su portavoz. Es una cuestión de “patriotismo europeo”, decía ayer Pedro Sánchez, reforzando así la presión del marcaje tanto sobre la bancada de la derecha como sobre la que conforman las sensibilidades que le han venido apoyando durante toda la legislatura y entre las que florecen algunos matices que pretende erradicar apelando a la unidad. La sociedad pide “estar a la altura, que es estar unidos en la respuesta a Putin, en la solidaridad con Ucrania y en la respuesta económica”, afirmó el líder socialista, planteando así un tres en uno que angostaba el margen para el matiz.

La ronda con los partidos, paso previo a la que el Ejecutivo mantendrá con las Comunidades Autónomas a partir del lunes, comenzó con el PP y seguiría con Ciudadanos y el PNV. No así con Vox, aferrado a no dialogar con un Gobierno “ilegítimo”. Sánchez es el culpable de la situación económica, “y no Franco, el virus o Putin”, afirmó el diputado Iván Espinosa de los Monteros.

Los populares no se arriesgan a una nueva foto de Colón que les retrate junto a quienes rechazan todo acuerdo. Menos cuando se esfuerzan por dotar de argumentos al giro al centro que proyectan sobre la figura de Alberto Nuñez Feijóo. Por eso, su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, se abonó al equilibrio. Y si bien exigió al Ejecutivo bajar impuestos -como haría también Ciudadanos- y acabar con su política de “despilfarro” eliminando ministerios que ve superfluos, se abrió a arrimar el hombro. Si el presidente propone “un reparto justo de las consecuencias de la guerra” haciendo “un esfuerzo de unidad en aras del interés general”, en el PP “no podemos estar más de acuerdo”, afirmó Gamarra, antes de insistir eso sí en que el Gobierno debe dar ejemplo apretándose el cinturón antes de pedir a los demás “sacrificios”.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, recogió el guante y, tras la reunión que mantuvo con la delegación popular, explicó que el Ejecutivo ha planteado al PP la búsqueda de medidas “eficaces” para, con carácter inmediato, bajar el precio de gasolina, electricidad y gas. “Los hemos escuchado y nosotros hemos dado la visión de conjunto de lo que estamos planteando y lo interesante será que exista un acuerdo” para algunas “cosas concretas, como la protección del empleo, el tejido productivo y los salarios”, subrayó Díaz. Pero el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, fue quien aportó rotundidad aunque no concreción, al anunciar que el Gobierno bajará la luz, el gas y la gasolina en el decreto que tiene previsto aprobar el 29 de marzo. Haya o no consenso en el Consejo de Europa. La bajada será “inmediata y sencilla”, dijo, aunque no explicó más. Ni siquiera si, como le piden sus socios de Podemos, el PSOE propondrá compensar estas medidas con otras que afecten a los beneficios de las grandes empresas.

El PNV hizo una valoración “positiva” de su diálogo con el Ejecutivo aunque, ante esta falta de concreciones, lamentó que solo se apuntaran “los principales ejes” del mencionado Plan. Aun así, se emplazó a mantener un diálogo constructivo con el Gobierno sobre esta cuestión.

Suspendida ayer la cita con ERC, a la que habrá que buscarle acomodo, la ronda seguirá la próxima semana; el martes con EH Bildu, Más País, Junts, PDeCAT y el BNG, y el viernes con los partidos restantes.

Gasto en Defensa. Sánchez reiteró ayer su apuesta por aumentar la inversión en Defensa desoyendo a muchos de los partidos que vienen sustentando la legislatura. Junto al presidente croata, primer paso de su gira para consensuar una reforma energética que ayude a paliar los efectos de esta crisis, el líder del PSOE fue tajante: Otros países están arrimando el hombro para “reforzar la seguridad de Europa”, y España “estará ahí también”. Sin embargo, Iñigo Errejón (Más País) le recordó que su minoría parlamentaria le exige pactar para dar pasos así, y le advirtió de los peligros de caer en la “tentación de mirar” a un PP que le ha puesto la “zancadilla”, reclamándole que priorice a sus socios en la forja de pactos.