- Dice Emilio que Castilla y León tiene una ley de Memoria “que da unas poquitas subvenciones al año, que nosotros no pedimos. Ahora están empezando a hacer un mapa de fosas, y siendo una comunidad con esa extensión, y donde más fosas se han exhumado de todo el Estado, con diferencia. Pero no ha sido por la ayuda del gobierno autonómico. Nosotros hemos hecho muchas exhumaciones en Burgos, León y algunas en otras provincias. Y luego en Palencia y Valladolid hay dos asociaciones muy activas, pero que llevan años, antes de que existiera esta ley”.

Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca son dos buenos ejemplos que sirven de contraste con la situación de Castilla y León en cuestiones memorialistas. Navarra tiene legislación propia sobre el tema. La CAV todavía no, aunque está tramitando la ley siguiendo el modelo navarro. La CAV lleva desde el 2003 haciendo cosas y nunca han necesitado una ley ni un debate por el estilo. “Lo que han tenido es voluntad política”, asegura Emilio Silva. “Aquí no se hace una convocatoria de subvenciones, lo que se hace es montar una oficina, y si viene un familiar está en su derecho: el familiar te cuenta su historia y tú te pones a trabajar. En cambio, en el modelo del Estado, tú nunca contactas con el Estado. Ellos canalizan los recursos a través de los ayuntamientos, por electoralismo. Es una vergüenza que se discuta en un ayuntamiento si esta gente tiene o no tiene derecho a enterrar a sus seres queridos. Es algo muy bestia, y es el modelo que ha creado el Estado”.