- Pocos cambios en un eventual escenario de elecciones autonómicas en las que no variaría la situación hegemónica del PNV, pero en la que se abriría de nuevo el debate sobre posibles nuevos juegos de alianzas. La formación jeltzale se impodría con 31 escaños, los mismos que ostenta en la actualidad. Por su parte, EH Bildu se mantendría como segunda fuerza pero logra un parlamentario más hasta alcanzar los 22 representantes y el PSE-EE también aumentaría su representación al pasar de diez a doce, según asegura la encuesta de previsión de voto que ayer hizo pública el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco.
Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU perdería dos parlamentarios y se quedaría con cuatro como cuarta fuerza en la Cámara; y el PP obtendría cinco representantes, uno menos que los logrados junto a C’s en las elecciones autonómicas de julio de 2020. Vox mantendría su representante.
Con estos resultados, el PNV, que supera en nueve escaños a la segunda fuerza (EH Bildu) no alcanzaría la mayoría absoluta (38) aunque podría reeditar junto con los socialistas la actual fórmula de Gobierno de coalición, y hacerlo incluso con mayor solidez. También sumarían el PNV y EH Bildu, así como las tres fuerzas de izquierdas en el Parlamento Vasco, socialistas, coalición soberanista y Elkarrekin Podemos-IU.
El PNV volvería a ganar en todos los territorios y, en concreto, en Bizkaia obtendría los mismos 12 parlamentarios que tiene en la actualidad, con una estimación de voto del 43,4%. EH Bildu mantendría sus seis representantes con un 23,8% de los apoyos. El PSE-EE sería el único partido que aumentaría su representación, al pasar de tres a cuatro, con el 13,9% de los sufragios, mientras que Elkarrekin Podemos-IU se quedaría con sus dos actuales representantes. PP pierde un escaño, de dos a uno, con el 6,4%.
En Gipuzkoa, los jeltzales serían los más votados, con el 35,8% de los votos, y mantendrían sus diez escaños, aunque empatarían en parlamentarios con EH Bildu, que pasaría de nueve a diez, con el 34,4% de los votos. El PSE se quedaría con sus tres actuales, con el 13,7% de apoyos, y Elkarrekin Podemos-IU perdería un escaño, de dos a uno, con el 6,8% de los sufragios. El PP lograría el 3,9% de los votos, por lo que mantendría su parlamentario.
En Araba también sería el PNV quien ganara con el 32,2% y nueve escaños, los mismos que ya obtuvo en 2020. La segunda posición sería para EH Bildu, que lograría el 23,6% de los votos y seis representantes, los mismos que tiene. La tercera fuerza sería el PSE-EE, con un 16,9% de los votos y cinco escaños, lo que supone ganar un escaño. El PP repetiría los tres parlamentarios que logró en 2020 la coalición PP+C’s, con el 10,4% de los votos. Elkarrekin Podemos-IU tendría un representante (6,4%). Vox repite en este territorio con un escaño, al lograr un 5,7% de los votos.
PNV-PSE. Sumarían 43 escaños, cinco por encima de la mayoría absoluta, con 31 de los jeltzales y 12 de los socialistas.
PNV-EH Bildu. Alcanzarían los 53 asientos (31 de los jeltzales y 22 de la coalición soberanista).
EH Bildu-PSE-Podemos. El tripartito de izquierda también llegaría a la mayoría absoluta con 38 escaños, gracias a los 4 de Podemos pese a perder dos.
Tendría 12 asientos en Bizkaia (43,% de voto), 10 en Gipuzkoa (35,8%) y 9 en Araba (32,2%).