- El conflicto que se inició en el seno de Eusko Alkartasuna en el Congreso que celebró en 2017, y que ha tenido como último capítulo la suspensión de afiliación de los principales representantes del sector crítico, empezando por su cabeza visible, Maiorga Ramírez, se ha recrudecido en puertas de su nuevo Congreso, que tendrá lugar este fin de semana. En un cruce infinito de críticas, réplicas y contrarréplicas, los garaikoetxeistas denunciaron ayer “irregularidades” en el número de compromisarios elegidos para votar en este cónclave, lo que fue negado por la dirección del partido que encabeza Eba Blanco.

Se trata de una crítica que recuerda a la que se produjo tras las primarias de 2019 que auparon a Blanco a la dirección del partido en sustitución de Pello Urizar, en las que la validez de los avales la enfrentó directamente con Maiorga Ramírez. Un choque que terminó en los tribunales y que ha desembocado en la suspensión de afiliación por un periodo de cuatro años del propio Ramírez junto con Miren Aranoa, Iratxe López de Aberasturi, Mikel Goenaga y Esther Korres.

En concreto, el sector crítico acusó ayer a la secretaria general de la formación de “inflar hasta 20 compromisarios la representación de Iparralde” con el fin de “aumentar su apoyo artificialmente”. De este modo, denunció que Blanco pretende revalidar su cargo “sin afrontar un proceso de primarias en el que la afiliación emita su voto directo”. En otro comunicado, la dirección de EA calificó de “mentiras sin fundamento” esta acusación y recordó que “cada herrialde tiene garantizada la participación de, al menos, 20 compromisarios en el Congreso”.

Una de las incógnitas que se mantenía en la antesala del Congreso se desveló por tanto ayer y Eba Blanco confirmó que se presentará a la reelección como secretaria general. En Euskadi Irratia, aseguró que “no me han quitado la ilusión” para repetir en el cargo y dijo que es necesario “reanimar el partido y la ilusión de los miembros” de la formación.

Añadió que, a pesar del conflicto existente en el seno de EA, siente “el apoyo de militantes y afiliados”, y reclamó “la necesidad de recuperar el nombre del partido” de cara al futuro. Blanco se comprometió por ello a respetar lo que depare el Congreso y añadió que “no sé si los otros pueden decir lo mismo”, en referencia a los críticos. Fuentes de este sector consultadas por este medio aseguraron que se guardarán la identidad de su propio candidato hasta el último minuto, por lo que al menos hasta mañana no se conocerá. Los garaikoetxeistas adelantaron esta semana que se presentarán al Congreso, de hecho la suspensión de sus cinco dirigentes no se hará efectiva hasta el lunes, por lo que podrán participar en el cónclave.

Una de las diferencias que separan a las dos facciones reside en el método de elección del secretario general, ya que la ponencia estatutaria plantea que se haga sin un proceso de primarias como recogen los estatutos vigentes. De aprobarse así el texto mañana, en una sesión telemática, el domingo se elegiría directamente a la nueva dirección y a su líder entre las candidaturas presentadas, una posibilidad ante la que claman los críticos. Ese segundo día, al término de las votaciones, el Congreso se abrirá al público con un acto presencial en Gasteiz.

En el trasfondo de este choque están también las diferencias en torno al papel de EA en EH Bildu, coalición en la que los críticos reclaman un perfil propio y un mayor peso, al tiempo que denuncian que la actual dirección busca que el partido se diluya en esas siglas. Blanco explicó en cambio que la ponencia política, que se votará también este fin de semana, propone una EA “fortalecida dentro de EH Bildu”.

“Queremos una EA fuerte con vocación de gobierno, eso es lo que está en juego el sábado”

Secretaria general de EA