- El Gobierno español mantiene su discurso de que la mayoría de investidura no se ha roto pese a la mayoría alternativa ensayada de manera infructuosa en la reforma laboral, y sigue colocando la carga de la responsabilidad en PNV y ERC por haber votado en contra. Estos dos partidos denunciaron la ausencia de cesiones y la falta de negociación, pero tanto Pedro Sánchez como Podemos les piden que reflexionen sobre el sentido de voto que defendieron el jueves.
El presidente del Gobierno español sostiene en una entrevista concedida a eldiario.es que “la estabilidad del Gobierno está garantizada”, que han conseguido aprobar dos Presupuestos y también tienen previsto sacar adelante en breve la primera Ley de Vivienda “de la historia de nuestra democracia”. Por otro lado, sobre Unidas Podemos y su relación en el Consejo de Ministros, dijo que “la salud del Gobierno de coalición está blindada” porque, a su juicio, está hecha “del mejor material, que es una voluntad firme, férrea, de dignificar la vida” de los ciudadanos.
Admitió que el PSOE y Unidas Podemos son dos formaciones “con culturas diferentes”, en el sentido de que el PSOE representa a la izquierda reformista, y los morados están aún “en ese tránsito a convertirse en un partido de gobierno”. Sánchez, eso sí, pidió a PNV y ERC que hagan una “reflexión” sobre su sentido de voto en contra de la reforma laboral, porque está convencido de que “hay muchos votantes de esas formaciones que no entienden el no a este acuerdo social de sindicatos y empresarios”.
“Esto no lo digo yo. Se lo hicieron saber también los sindicatos, por ejemplo a ERC, que es por quien me pregunta, tanto UGT como CCOO”, dijo, aunque les agradeció la actitud demostrada en la legislatura.
Desde Podemos Euskadi, que empuja a favor de contar con los socios de investidura, Pilar Garrido consideró, no obstante, que PNV y EH Bildu se han “equivocado” votando en contra de la reforma laboral, y ve con agrado su apuesta por recomponer la grieta que, no obstante, dice que “ellos han generado”. Cree que han puesto en peligro mejoras para los trabajadores vascos con su voto en contra de la reforma.