- Cuando hoy se reúnan en Valladolid el expresidente José María Aznar y el actual presidente de la Junta de Castilla y León y candidato a la reelección del PP, Alfonso Fernández Mañueco, estará cerrándose un círculo histórico de casi 35 años, que son los que han pasado desde que el primero abrió el camino de hegemonía popular en esta comunidad hasta la actualidad. El expresidente del Gobierno español participará en un mitin en Valladolid a modo de plan para taponar la sangría de votos que prevén que pueda producirse por la irrupción de Vox en escena. Tal y como vaticinan las encuestas de cara a las elecciones del próximo 13 de febrero, con una previsible necesidad de acuerdos con otros partidos para formar gobierno, tanto para el PP como para el PSOE, todo empezó para los populares en Castilla y León con una ajustada victoria de Alianza Popular en 1987 -5.000 votos y empate a escaños con el PSOE-, lo que le llevó a tener que coaligarse con CDS.

Atrás quedaban los gobiernos socialistas de Demetrio Madrid -que dimitió como imputado por un procedimiento judicial del que finalmente resultó absuelto- y Constantino Nalda. Empezaba una sucesión de triunfos electorales y de gobiernos del PP que se extiende ya por casi 35 años, solo truncados por la derrota en 2019, que salvaron, de nuevo, por su pacto con Ciudadanos. José María Aznar, Jesús Posada, Juan José Lucas, Juan Vicente Herrera y Alfonso Fernández Mañueco han presidido sucesivamente la Junta de Castilla y León desde 1987 hasta la actualidad.

Con todo, el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, señaló que no hay “temor fundado” ante la posibilidad de verse obligados a pactar con Vox. “Lo que tenemos es una tremenda ilusión durante estas dos semanas de campaña electoral por recorrer hasta el último de los 2.248 municipios de Castilla y León y llegar hasta el último castellanoleonés y explicarle nuestro proyecto, nuestro programa electoral, explicar cuál es nuestra visión de Castilla y León”, respondió el también alcalde de Madrid.

Por de pronto, desde las filas de la ultraderecha ya han puesto sus condiciones para establecer un acuerdo de gobierno. Su candidato, Juan García-Gallardo, avisó de que solo se entenderán con el PP si renuncian a su enfoque ecológico y asumen su “Agenda España”. En este sentido, criticó que Mañueco “se disfraza de ganadero pero es un señor sumiso que asume cada uno de los dictados de la Agenda 2030”; e ironizó con que confía en que sea “una veleta azul” y se convierta en “un patriota después de haber actuado como “un progre”. “Mañueco realmente es un progre, pero lo que pasa al PP es que carece de ideología, ahora se presentará como más conservador, a rebufo de nuestras propuestas”, apuntó.