Llegada a la conferencia. A su llegada al céntrico hotel madrileño donde pronunció su discurso, Rodolfo Martín Villa fue recibido por un grupo de personas que le reprocharon su papel como ministro del Interior durante los años de la Transición. “Asesino”, le espetaron, mostrando una pancarta en la que pedían que se le enjuiciase y que no hubiese “impunidad” contra él. Entre los manifestantes de la protesta se encontraban, además, representantes de la Coordinadora de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), que criticaron duramente un acto que consideraron “de adhesión a un presunto responsable de crímenes políticos de lesa humanidad”.