Como acostumbra a hacer en sus mensajes televisados, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sacado hoy pecho de su gestión institucional y ha dibujado un panorama esperanzador en el Estado, a pesar del fuerte envite de una cepa ómicron que ha vuelto a desestabilizar la sanidad pública y a comprometer la esperada recuperación económica.
En cualquier caso, Sánchez ve un escenario alentador y, en ese tono optimista, ha hecho repaso en su balance de fin de año de gran parte de las cuestiones políticas e institucionales que han centrado los últimos meses. A este respecto, el líder socialista se presenta como el principal garante de la estabilidad y, por ello, reitera que piensa agotar la legislatura y no tiene intención alguna de adelantar las elecciones generales al próximo 2022.
Cree Pedro Sánchez que el hecho de haber logrado aprobar los segundos Presupuestos Generales del Estado (PGE) consecutivos, así como llegar a un acuerdo con patronal y sindicatos para la reforma de la reforma laboral del PP; convierten a su gabinete en el principal factor de estabilidad institucional, por lo que asegura que el actual mandato durará cuatro años.
En su comparecencia en La Moncloa, Sánchez también ha aprovechado para cargar contra la oposición, en concreto contra el PP y su líder Pablo Casado, debido a sus reticencias para llegar a acuerdos de Estado. Así, el presidente español se ha referido a la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ha calificado de “altamente improbable” la posibilidad de un pacto con los populares en un futuro cercano.
Informe de compromisos asumidos
Sánchez ha hecho referencia también a los compromisos asumidos por el Gobierno de coalición de cara a la investidura de enero de 2020, y ha presentado un informe que asegura que ya se ha cumplido el 42,7% de lo acordado entonces. Esto contrasta con los incumplimiento reiterados que han denunciado socios del Ejecutivo español como PNV o ERC, que critican que los pactos de hace dos años no han recibido la atención suficiente de socialistas y morados.
Pese a ello, el presidente del Gobierno habla de cumplir con lo pactado e impulsar una agenda reformista. A este respecto, se ha centrado en el ámbito social y ha mencionado medidas como la reforma laboral, la educativa, la del sistema público de pensiones y las que pretenden hacer frente al cambio climático.
El líder socialista se ha detenido en el cambio de la reforma laboral de Mariano Rajoy -que por el momento no tiene garantizado su aprobación en el Congreso de los Diputados- y ha elogiado el “sentido de Estado” de los agentes sociales al haber llegado a un acuerdo. “Es un ejemplo que debería llevar a la reflexión a los líderes políticos para hacer del debate un espacio del acuerdo y el encuentro, y en el que las discrepancias se expresen con respeto al adversario y buena educación”, argumenta, en alusión velada a los partidos de la derecha.
Sánchez ha puesto también como ejemplo de acuerdo amplio la aprobación de los Presupuestos por segundo año consecutivo, y considera que, junto a otros pactos entre partidos y agentes sociales, aportan “la estabilidad que demanda España tras años muy convulsos” en lo político e institucional. “El Gobierno garantiza estabilidad política, y eso significa legislaturas de cuatro años, y yo garantizo su cumplimiento, y unos Presupuestos aprobados en tiempo y forma”, ha dicho.
Defiende a Yolanda Díaz
El presidente del Gobierno ha sido también cuestionado por si teme que Yolanda Díaz le pueda hacer sombra y robarle una parte del electorado de cara a las futuras elecciones generales. A este respecto, Sánchez dice no tener recelos hacia su vicepresidenta segunda. En esa línea, ha explicado que todos los ministros son miembros “del Gobierno de España, no de un partido”; y ha afirmado estar “muy satisfecho y muy agradecido” con la labor de todos y, en particular, con la de la titular de Trabajo.