El Congreso de los Diputados aprobará este martes de manera definitiva los Presupuestos de 2022, en una votación que previsiblemente incorporará el único cambio introducido por el Senado, referente a la promoción de lenguas minoritarias.

Una semana más tarde de lo inicialmente previsto, el Congreso cerrará en el Pleno de este martes algo más de dos meses de tramitación presupuestaria, a tiempo para que las cuentas entren en vigor el próximo 1 de enero.

Se trata de los segundos presupuestos del Gobierno de coalición, centrados, igual que los de 2021, en apuntalar la recuperación económica y dar soporte a los fondos europeos.

El Pleno, que tendrá una duración aproximada de una hora, se dedicará a debatir y votar la única enmienda introducida por el Senado, sin pronunciarse sobre el resto de la ley, de manera que las cuentas quedarán aprobadas independientemente del resultado de la votación.

La enmienda en cuestión es una iniciativa de Compromís para dedicar 1,6 millones de euros a la promoción y difusión de las lenguas protegidas por la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, aprobada con el apoyo del PP, PNV y ERC, entre otros partidos, y la oposición del PSOE.

A pesar de ello, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya avanzó que el PSOE apoyaría esta enmienda en la votación del Congreso, con lo que se garantiza que la partida permanecerá en el texto de la ley.

AMPLIO RESPALDO A LAS CUENTAS

Más allá de esta última votación, el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022 han recabado importantes apoyos en su tramitación: 11 partidos en el Congreso -PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, Bildu, PDeCAT, Más País, Compromís, PRC, Nueva Canarias y Teruel Existe-, a los que se sumaron en el Senado Geroa Bai, Asociación Socialista Gomera, Más Madrid, Més per Mallorca y Partido Aragonés.

Las formaciones del Congreso cerraron sus acuerdos durante la tramitación, lo que supuso la inclusión de numerosas enmiendas en la Cámara Baja, mientras que los partidos del Senado las negociaron previamente, de manera que el texto de la ley ya incluía desde el principio sus reivindicaciones.