- Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska no testificarán en el juicio a José Manuel Villarejo. Así lo resolvió la Audiencia Nacional (AN) que, al margen del presidente español y el ministro del Interior, también rechazó citar a la fiscala general, Dolores Delgado, y a varios expresidentes del Ejecutivo como Mariano Rajoy y Felipe González. El tribunal del primer juicio del caso Tándem, que gira en torno a tres presuntos encargos de espionaje al excomisario, ha resuelto buena parte de las cuestiones previas planteadas en las primeras jornadas de la vista oral y, entre otras, descartó expulsar a Podemos como acusación popular de la causa. Los magistrados, encabezados por Ángela Murillo, recuerdan que otra sala ya mantuvo al partido morado en el procedimiento al considerar que tenía cierto interés legítimo y habían prestado una importante fianza. Asimismo, tampoco tendrán que declarar ni exministros como María Dolores de Cospedal y Jorge Fernández Díaz, ni antiguos miembros de la cúpula fiscal, varios jueces o la actual secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro.
La sala entiende que sus testimonios carecen “de cualquier relación con los hechos”, pero sí ha aceptado los de una decena de mandos policiales y del CNI, como los ex directores generales Operativos de la Policía Agustín Linares, Pedro Díaz-Pindado y Florentino Villabona; el exdirector del Centro contra el Terrorismo y Crimen Organizado José Luis Olivera o el comisario jefe de la Unidad de Asuntos Internos Francisco Javier Migueláñez. En el auto, de 66 páginas, el tribunal resuelve una de las cuestiones más formuladas por las defensas: la competencia para juzgar tres piezas del caso Tándem (Iron, Land y Pintor).
Muchos abogados defensores, entre ellos el de Villarejo, cuestionaron la competencia de la AN para juzgar los hechos y pidieron que se enviase la causa a los juzgados ordinarios o se enjuiciase conjuntamente con la pieza principal del caso Tándem, donde se acusa de organización criminal. El tribunal lo rechaza también y recuerda que han sido tres las instancias judiciales que se han pronunciado sobre esta cuestión y han mantenido la competencia de esta sala, al tratarse de acciones cometidas por españoles en el extranjero. Los magistrados descartan juzgar conjuntamente estas piezas con la causa principal por ser procesalmente inviable al no haber finalizado la instrucción de esta, si bien admiten la necesidad de unir parte de la documental de la principal, en concreto, el núcleo de la investigación relacionada con las diligencias de entrada y registro para conocer “la forma en que se produjo su aprehensión y la legalidad de la actividad desplegada”. Lo que no entra a valorar la Sala todavía es la petición de nulidad de las entradas y registros, cuestionados por algunas defensas, que denunciaron que no se había respetado la cadena de custodia de los efectos intervenidos.
Por otra parte, Rajoy aseguró ayer, ante su comparecencia el próximo lunes en la comisión de la operación Kitchen, que va a contestar a lo que le pregunten. Eso sí, anticipó que “nunca” conoció esa operación -que se organizó para sustraer documentación sensible al extesorero Luis Bárcenas-- ni a Villarejo. Ante la posibilidad de que le pregunten por lo que dijo el excomisario acerca de que en una reunión que tuvo con Cospedal apareció el expresidente para saludar, algo que interpretó como una forma de hacerle saber que estaba al tanto, Rajoy aclaró en Onda Cero: “Sí, realmente dijo eso, que no me conocía y que se había reunido cuatro veces y que teníamos unos intermediarios e interlocutores. Lo único cierto es que yo no he visto a ese señor en mi vida. Esa es la única verdad. Y naturalmente lo voy a decir. En mi vida”.
Su alias: ‘Pelo Blanco’. Dos imputados en Pit, la pieza separada número 4 de Tándem que investiga el proyecto del comisario jubilado José Manuel Villarejo por el que habría facturado 7,4 millones de euros a los hermanos navieros Ángel y Álvaro Pérez Maura para frenar la extradición del primero a Guatemala, se plantearon recurrir al expresidente del Gobierno Felipe González para conseguir que uno de los implicados en la trama, José Luis Messeguer, saliese de prisión. El objetivo de acercarse a Pelo Blanco, el alias que los investigadores atribuyen a González, sería que éste intercediera para lograr que el propio Messeguer -conocido como El Hippy- fuese puesto en libertad. “Nosotros tenemos que centrarnos con los ratones en el tema del del Pelo Blanco para soltar al Hippy (...), esas son nuestras bazas”, se recoge en una de las conversaciones. El entorno del exlíder socialista niega cualquier intervención.