- La Conferencia Episcopal Española (CEE) mostró ayer su sorpresa por que el Gobierno de Pedro Sánchez confirmara el pasado martes el nombramiento de Isabel Celaá como futura embajadora ante la Santa Sede “antes de que el Vaticano haya otorgado el correspondiente plácet” a esta propuesta del Ejecutivo español. Celaá sustituiría de esta forma a Carmen de la Peña Corcuera que desde noviembre de 2018 ocupa el cargo diplomático en el Vaticano, y a la que le falta menos de un año para jubilarse. La exministra salió del Ejecutivo en la última remodelación de julio y dejó la cartera de Educación y Formación Profesional a Pilar Alegría. También fue portavoz del Gobierno en la primera legislatura de Sánchez, un puesto que cedió a la actual titular de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero.
Como nueva embajadora ante la Santa Sede, Celaá deberá abordar la aplicación de su propia ley, el destino de los bienes inmatriculados por la Iglesia, el pago del IBI por los inmuebles eclesiásticos que no se dedican al culto o la reforma del Concordato, una histórica reivindicación del PSOE, así como la posibilidad de que el papa Francisco realice en 2022 su primera visita al Estado español.
La política bilbaína sigue los pasos del exministro de Cultura y Deporte José Manuel Rodríguez Uribes, que fue nombrado nuevo embajador ante la Unesco tras su salida del Ejecutivo. Completaría una lista de cinco embajadores políticos: en Andorra, Ángel Ros Domingo; el de Cuba, Ángel Martín Peccis; la de la OEA, Carmen Montón, y el de la OCDE, Manuel María Escudero.