¿Está negociando el Gobierno español con el PNV la ‘Ley Mordaza’?
—Sí, están hablando con nosotros.
¿Alguna enmienda del PSOE y Podemos sobre las concentraciones ante el Congreso o el uso de pelotas de goma es incompatible con lo que plantea el PNV?
—No, porque las cosas que han salido al menos hasta ahora ya habían sido habladas en una legislatura anterior, alrededor de nuestra propia propuesta. No creo que PSOE y Podemos tengan cerrado un acuerdo completo. Por lo menos, se ha desbloqueado. A ver en qué queda.
¿Le preocupa cómo puede liderar la negociación de la reforma laboral Podemos, con Yolanda Díaz?
—Me preocupa que se preocupen por quién lidera, que la información sobre las propuestas nos llegue a través de los medios, y que se tomen la mesa social como si fuera el Parlamento. En la legislatura de la moción de censura, se acordó reformar lo que pretenden reformar ahora: la ultraactividad de los convenios, la prelación de convenios, la subrogación, la temporalidad... Sin embargo, ahora surgen dificultades. El otro día leía que el PSOE se opone a la ultraactividad. Es la primera vez que lo oigo. Parece una pelea de gallos.
¿Aconsejaría usted a Sánchez que gobernara en solitario?
—No, no, él sabrá. Además, necesita una mayoría y, si rompe una coalición de gobierno de la noche a la mañana, habrá más de treinta votos que vayan a la contra. Pero un partido que presenta enmiendas más allá de lo que se ha acordado en la coalición de gobierno tiene un pie en la oposición, aunque luego vota al Tribunal Constitucional. ¿Dónde queda verdaderamente esa rebeldía?
¿Cree que les ha faltado valentía al PSOE y Podemos en la renovación del Tribunal Constitucional?
—El PSOE está pensando en la renovación de la otra parte del TC en junio. Y allí el Gobierno puede nombrar dos directamente, y otros dos el Consejo General del Poder Judicial. Pero, con este tipo de nombramientos, cada vez está desprestigiando más al tribunal. Evidentemente, hay que buscar un equilibrio ideológico, pero no puede ser que las personas sean rehenes de los partidos y no estén ahí por su prestigio.
¿Estudian recusar al juez Arnaldo cuando tenga que tomar decisiones sobre leyes vascas, o promoverán una reforma?
—Podríamos recusar a tanta gente que ha emitido fallos contra la foralidad... El problema no es solo él.
Pero el Constitucional va a seguir decidiendo sobre conflictos competenciales entre el Estado y Euskadi. ¿Cómo se puede actuar?
—Intentando negociar y evitar que determinados temas lleguen al Constitucional y, si llegan ahí, hacer una buena defensa jurídica. Y la solución es lo que venimos diciendo desde hace mucho tiempo: reconocimiento nacional, bilateralidad y un juez neutral. Un juez neutral supone que pueda ser nombrado por ambas partes y, en el caso vasco, tenemos un hecho foral, y deberíamos buscar estatutariamente una solución con una sala especial en su caso en el Tribunal Constitucional o una fórmula parecida. Tenemos que ir a fórmulas del tipo de la Junta Arbitral del Concierto Económico.
¿La ley sanitaria recentraliza?
—Me la acaban de enviar a las 10.00 horas (del viernes) porque la he pedido. Tengo que leerla, pero sí he transmitido al Gobierno español que tenemos que llegar a un acuerdo. Es un anteproyecto y hay tiempo de influir.
Usted pide vigilar a las eléctricas por el precio que fijan a las industrias. ¿Se posiciona al lado de Sidenor en el conflicto con Iberdrola?
—Lo que dije es que hay que dar transparencia al sistema. No sé cuál es el conflicto entre Iberdrola y Sidenor porque, que yo sepa, no tienen mucho intercambio comercial. No lo enfocaría en ellos, sino en que hay que reformar el sistema marginalista. Por un lado, el precio marginalista era más barato para la industria, y ha tenido una falta de previsión ante el salto que ha llegado. Por parte de las eléctricas, no hay transparencia. Nos preocupa que el sistema funcione y todos tengan rendimientos, pero es necesario ofertar a las industrias un precio razonable de electricidad y asegurado a medio o largo plazo. Y hay que buscar energía. Si la situación del gas sigue así, muchas empresas pueden no llegar a marzo.
“La negociación de la reforma laboral parece una pelea de gallos entre el PSOE y Unidas Podemos”
“Las industrias deben tener un precio de la electricidad asegurado; algunas pueden no llegar a marzo”