- Pere Aragonès se mantuvo fiel a sus palabras y advirtió ayer que los traspasos que se consigan en la Comisión Bilateral “no serán moneda de cambio” para renunciar a la amnistía y a la autodeterminación del pueblo catalán. Después del último Consell Executiu del curso político, el president de la Generalitat hizo balance de los 71 días del gobierno que él preside y defendió que en ese plazo se ha recuperado “la fuerza institucional” de la Generalitat.
El jefe del Govern valoró como “un primer paso” el hecho de que se haya reunido la Comisión Bilateral y que se haya planificado un calendario para “aterrizar los primeros acuerdos”. En ese marco, subrayó que “los traspasos se deben efectuar de forma inmediata”. En cuanto al encuentro de la mesa de diálogo del próximo mes, Aragonès explicó que quiere avanzar en las próximas semanas en el acuerdo nacional por la amnistía y la autodeterminación, con el objetivo de “tejer complejidades” y que este acuerdo sea infranqueable, manifestó el líder republicano.
Asimismo, consideró que el reto del acuerdo nacional es aglutinar “la máxima fuerza” de cara a la mesa de diálogo, y que esto trascienda las formaciones políticas y sume a los ciudadanos que estén de acuerdo con votar para decidir el futuro de Catalunya. Además, reiteró que en agosto trabajarán para construir las bases de dicho acuerdo. El president señaló que la negociación con el Gobierno de Sánchez será “extremadamente difícil”, ya que no quiere renunciar a nada -en concreto, subrayó que irán con una propuesta de referéndum y la amnistía-, por eso, pidió ir con toda la fuerza para la resolución democrática del conflicto catalán.
Aragonès confirmó su presencia en la mesa de diálogo, que cree que se debe retomar “con los máximos representantes”, y explicó que la Generalitat definirá en septiembre su delegación, y que la intención es que sea institucional, descartando así la presencia de personas ajenas al Govern, como Carles Puigdemont u Oriol Junqueras.
Preguntado por las palabras de algunos miembros de Junts, que pedían que se acortaran los plazos del diálogo con el Gobierno español a menos de los dos años estipulados, Aragonès respondió que cuenta con el apoyo de todos los que han firmado el acuerdo de Govern, en alusión a Junts. Por último, subrayó que la mesa de diálogo “no hace renunciar a nadie a otros planteamientos estratégicos”, y destacó que cualquier formación política o responsable institucional que defienda la amnistía y la autodeterminación contará con su apoyo.
El vicepresident Jordi Puigneró también quiso pronunciarse al respecto, y declaró que el Gobierno de Sánchez “se juega en los próximos meses su credibilidad”, instándole a “acelerar” sus propuestas en esta dirección “si realmente cree” en esa solución. Puigneró fue crítico con el contenido de la Comisión Bilateral: “Ayer (por el lunes) no se aceleró nada, básicamente vimos propuestas muy inconsistentes y toda una declaración de intenciones de cara a futuras reuniones”. En la misma línea, estimó que la reunión bilateral fue “totalmente insuficiente” y pidió “coherencia” al Ejecutivo español: “Lo que no puede ser es que nos encontremos sobre la mesa leyes absolutamente regresivas en materia de derechos fundamentales y recentralizadoras. Eso es incompatible con más autogobierno”.
También avisó de que, si la mesa de diálogo con el Gobierno español “se bloquea y no avanza”, no se alargará más allá de los dos años pactados entre ERC y JxCat: “Si no da frutos, nuestro objetivo es prepararnos para intentar alcanzar la independencia”, concluyó.