- Dentro de la cascada de alusiones a Vox producidas ayer y de las llamadas a abandonar la equidistancia, sobresalió la exigencia de Yolanda Díaz al PP para que se desvincule de la ultraderecha. La dirigente de Unidas Podemos, señalada por Pablo Iglesias como su sucesora, y vicepresidenta tercera del Gobierno español, reclamó a Génova que ha llegado su hora de desligarse de Vox, una formación que “vulnera los derechos humanos” y que tiene “secuestrado” al partido de Pablo Casado. De hecho, pidió al líder del PP a que abandone la citada “equidistancia y los silencios”.
Díaz le solicitó que se comporte como “europeo” y “se coloque del lado de los demócratas” y “esté a la altura” de las circunstancias” comprometiéndose a que Vox no entre en las instituciones. Sobre todo, le demandó demostrar que “no vale todo” aunque esa alianza con la fuerza de Santiago Abascal y Rocío Monasterio le pueda parecer “rentable” electoralmente.
“Entiendo que Casado es un demócrata pero hay límites que son claros”, subrayó Díaz en La Sexta, una vez conocida la misiva enviada a Reyes Maroto. E insistió en que le gustaría escuchar a miembros del PP decir que “soy de derechas pero estoy con la democracia”. A su juicio, es “sencillo” adoptar esta posición ante Vox: “basta” con oír al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para “pensar libremente lo que uno piensa pero, lógicamente, ser un demócrata”.
Tras escuchar las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso sobre que la izquierda lo está pasando mal en esta campaña madrileña, la vicepresidenta tercera comentó que tiene “razón” dado que los “amenazados” son precisamente dirigentes de este espectro político, por lo que no caben “bromas”. También destacó que Vox le está marcando la “agenda” y que están pasando “cosas gruesas”, como decir que las “mujeres no sufren ningún tipo de violencia”, impedir que se aprueben declaraciones institucionales en la Asamblea a favor de los derechos de las mujeres o afirmar que perciben sueldos inferiores prácticamente porque “quieren”.