- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, evitó ayer pronunciarse sobre el uso de torturas por parte de los aparatos del Estado a raíz de la publicación de los audios en los que el excoronel Luis Alberto Perote y el teniente de la Guardia Civil Pedro Gómez Nieto reconocen que el navarro Mikel Zabalza, secuestrado en 1985, murió por las torturas a las que fue sometido en el cuartel de Intxaurrondo. Sánchez pasó de largo de las preguntas concretas que lanzó durante el pleno la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que reclamó al líder del PSOE que “reconozca la tortura que padecieron miles de vascos” por el bien de la “paz y la convivencia”.
El presidente español pasó por encima de esta cuestión durante su comparecencia sobre el covid. “Me gustaría saber si, como ha ocurrido en otros conflictos y en otras latitudes, será usted el presidente que dé el paso adelante, ese paso tan importante, que reconozca el sufrimiento que causó la tortura en tantos vascos y vascas”, planteó, sin respuesta, Aizpurua.
Podemos Navarra también exigió que “se depuren todas las responsabilidades políticas derivadas de los casos de torturas”, ya que “sigue siendo inadmisible que sigan sin ser juzgados los responsables del asesinato de Zabalza”.