"A principios de 2009 tuvimos una reunión en su despacho, en la que le mostré los papeles de esta contabilidadB, espetándome que cómo podía seguir conservando toda esta documentación comprometedora, que terminó, personalmente, destruyéndola en la máquina destructora de papeles, sin saber que yo guardaba copia de esta documentación". Así relata Luis Bárcenas, en una carta remitida a la Fiscalía Anticorrupción, su encuentro con Mariano Rajoy, cuando el entonces líder del PP trituró las hojas contables de los ingresos en negro que recibía el partido de empresarios y constructores a cambio de contratos con la administración.
En la misiva, de ocho folios, enviada a cinco días de que comience el juicio por la caja B del PP, el extesorero, que también sostiene que el expresidente español percibió sobresueldos mensuales extraídos de esa contabilidad paralela, señala que decide colaborar con la Justicia al constatar que "con ingenuidad" dio por buena la promesa que se le hizo por parte del PP, a través de un intermediario, de que su mujer, Rosalía Iglesias, no entraría en prisión por el caso Gürtel, por el que ambos cumplen actualmente condena.
Esta circunstancia, añade, le llevó a firmar "la paz" con el que había sido durante 20 años su partido, "retirando la denuncia que había interpuesto por la destrucción" de sus ordenadores y renunciando a sus "pretensiones laborales" por su salida del PP. Pero vistos los acontecimientos ahora Bárcenas revela las vigilancias ilegales a las que fue sometida su familia "con uso de fondos reservados" y que fueron ordenadas por "altos cargos del entonces Gobierno" de Rajoy. Esas actuaciones, que contaron con "la inestimable colaboración de altos cargos policiales", llegaron "hasta el punto de lograr la sustracción de documentación sensible" para el PP, como el robo de pendrives y "diversos papeles" del estudio de su mujer. "A esto hay añadir el secuestro y las amenazas de muerte sufridas por mi familia, en nuestro propio domicilio familiar, por el falso cura", evoca.
En la carta también alude a su "desconfianza" hacia la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal y afirma que uno de los policías implicados en Kitchen, Andrés Gómez Gordo, fue asesor de ella cuando gobernó en Castilla-La Mancha. Estas circunstancias, así como por el dolor "infringido a mi mujer y a mi hijo" y "el mal a la sociedad fruto de una España en la que todo valía", dice, son las que le han llevado a ofrecer su colaboración con la Justicia y a presentar este escrito, que se ciñe a los hechos que se juzgarán el próximo 8 de febrero y que se refieren al pago en negro de la reforma de la sede del PP reflejados en la contabilidad en b.
En este sentido sostiene que desde 1982 existió un sistema "institucionalizado" de financiación del PP con "percepciones en b" a través de donativos y que los hechos que se juzgarán la próxima semana parten del periodo 2004 a junio de 2008, siendo ya presidente del partido Rajoy; secretario general Ángel Acebes y tesorero Álvaro Lapuerta -él tenía entonces el cargo de geren- te-. Recuerda que, en esa caja B, existían en el ejercicio 2007 unos ingresos de 500.000 euros y en 2008 de algo más de un millón, de los que se destinaron unos 900.000 a la reforma de la sede. Esos fondos se nutrían, confiesa, de donativos de personas relacionadas con empresas "beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas", que se hacían en entregas en metálico a Lapuerta, "estando yo presente en alguna de ellas", desgrana.
Según Bárcenas, parte de esos donativos no se reflejaban en la contabilidad que el PP remitía al Tribunal de Cuentas, ya que muchas veces se ingresaba el dinero fraccionándolo "en tantos abonos como fuesen necesarios" para no superar el límite de 60.000 euros, aunque a veces "era indiferente". Parte de esos donativos, unos 1,2 millones, se ingresaron en el Banco Vitoria y en el Popular, y otros fueron depositados en la caja fuerte de su despacho. De ahí se extraían los sobresueldos a miembros del PP, citando a Rajoy, Cospedal, Federico Trillo, Pío García Escudero, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Ignacio del Burgo.
Un caso conectado al bloqueo del CGPJ. Luis Bárcenas sostiene que existe una grabación, que está en poder de una persona y que él ha escuchado, en la que Álvaro Lapuerta le habla de esas entregas que se realizaban mensualmente y menciona a Mariano Rajoy. Al hilo de esta confesión, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, señaló que el caso Bárcenas y su escrito apuntando a la existencia de la supuesta caja B del PP explican el "empeño" de esta formación en bloquear "indefinidamente" la renovación del CGPJ. Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, enmarcó la confesión en una estrategia de defensa que el extesorero ha fijado con su abogado para "intentar salvarse" y poder salir de la cárcel "lo antes posible".
"En 2009 le mostré los papeles de la contabilidad 'B', espetándome que cómo conservaba toda esta documentación comprometedora, que terminó destruyéndola personalmente sin saber que yo guardaba copia"
Extesorero del PP