El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha dado vía libre al Govern para que, una vez finalizado el plazo para investir a un sustituto de Quim Torra como president, firme el decreto de convocatoria automática de elecciones en Cataluña para el próximo 14 de febrero.
Este lunes por la tarde, después del registro del Parlament, Torrent ha firmado una resolución en la que constatará que ningún grupo parlamentario ha planteado una propuesta de investidura alternativa en el plazo de dos meses que se activó tras la inhabilitación de Torra como president.
Torrent trasladará esta resolución al vicepresidente del Govern en funciones de president sustituto, Pere Aragonès, para que firme el decreto de convocatoria automática, de manera que "a partir de las doce de la noche se disolverá el Parlament" y quedarán convocados los comicios, ha explicado el presidente de la cámara catalana.
Aragonès firmará seguidamente el decreto de convocatoria de elecciones, según ha informado el Govern, por lo que a partir de mañana martes el Parlamento de Cataluña estará disuelto y se activará la diputación permanente.
La diputación permanente -un pleno en formato reducido que funciona entre periodos de sesiones y entre la finalización de una legislatura y el inicio de la siguiente- se encargará de seguir votando los decretos ley que apruebe el Govern y de fiscalizar la gestión de los consellers.
Torrent, que ha comparecido ante los medios para oficializar la finalización de los plazos preceptivos antes de la convocatoria de elecciones, ha destacado que la legislatura que termina ha estado "muy marcada por la represión y la judicialización de la actividad parlamentaria".
"Los tribunales se han inmiscuido en la actividad parlamentaria y han limitado la capacidad del Parlament para poder definirse políticamente", ha denunciado Torrent, que ha citado como momento especialmente "doloroso" el encarcelamiento de Jordi Turull antes de que terminara el debate sobre su investidura en marzo de 2018.
Tras las elecciones del 14-F, según Torrent, debe iniciarse la "legislatura de la reconstrucción", para revitalizar Cataluña tras la crisis de la covid-19 y para recomponer el "consenso estratégico del independentismo"