El lehendakari, Iñigo Urkullu , ha defendido la necesidad de habilitar cauces legales para que las "comunidades políticas" que mediante decisión "expresa y clara" de sus parlamentos quieran consultar a la ciudadanía sobre su futuro puedan hacerlo aunque ha asegurado que la "responsabilidad pública" es "evitar cualquier forma de fractura social, institucional o política".
Urkullu se ha pronunciado así en el pleno de control de hoy al ser preguntado por la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, sobre el acuerdo adoptado en la Comisión de Venecia que, según ha dicho, en su sesión del pasado octubre estableció que no se pueden celebrar referéndum si la Constitución de ese país no los prevé.
Martínez ha subrayado que con esa decisión Europa está tomando un "claro partido" por la Constitución española y le ha preguntado a Urkullu si seguirá avalando consultas que no estén permitidas en la Carta Magna.
"En consonancia con la Comisión de Venecia el reto desde la responsabilidad pública es evitar cualquier forma de fractura social, institucional o política. Desde el punto de vista democrático, la responsabilidad es articular mecanismos consensuados para que las sociedades puedan expresar su voluntad sobre su futuro político", ha respondido el lehendakari.
Urkullu ha dicho que entiende la UE como una "oportunidad" y ha insistido en que defiende la necesidad de habilitar cauces legales para que "las comunidades políticas que mediante decisión expresa y clara de sus instituciones parlamentarias quieran consultar a la ciudadanía sobre su futuro puedan hacerlo". "Ese es mi propósito, ese es mi deseo", ha añadido.
El lehendakari ha defendido también la necesidad de convocar una conferencia sobre el futuro de Europa que sirva para habilitar una autentica "gobernanza multinivel" que cuente con las regiones o realidades nacionales.
El objetivo es, ha dicho, poder avanzar en un modelo capaz de unir elementos positivos de los sistemas confederal y federal que limiten la "exclusividad" del Estado. "Estamos planteando una estructura basada en el principio de subsiedariedad que permita un reparto de competencias y también de soberanía que no necesariamente ha de ser en la forma de independencia", ha asegurado.
Urkullu ha dicho que esta vía podría servir para abrir una reforma del modelo de Estado desde la asunción de su propia realidad plurinacional y dar así cumplimiento a la Constitución, porque tal y como ha añadido, Euskadi tiene una "legitimidad específica" reconocida expresamente en la Carta Magna que "ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales" y que ha sido ratificado por el Tribunal Constitucional.
El lehendakari ha recordado que el Estatuto de Gernika también establece que la aceptación del régimen de autonomía "no implica renuncia del pueblo vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia", que además "podrán ser actualizados", según establece el ordenamiento jurídico.
"Esta legitimidad trae consigo dos consecuencias: Euskadi constituye de forma indubitada una entidad nacional propia y queda legitimada para acordar un pacto bilateral con el Estado en el que se establezcan y garanticen sus poderes y competencias", ha zanjado.
Urkullu ha recordado que el Estatuto sigue incumplido, que en la pasada legislatura se recorrió un camino en la ponencia de autogobierno y que el reto ahora es conseguir un "consenso plural y sólido en torno a un gran proyecto de autogobierno, un nuevo pacto político" que sea expresión de la "realidad nacional", "propia" "singular" y "diferenciada" de Euskadi.