- La Audiencia Nacional ha condenado a 52 años de cárcel al miembro de ETA José Ignacio Guridi Lasa por la colocación de un artefacto -que no llegó a explosionar- en una maceta que se encontraba en el alfeizar de un adosado de Citruénigo. Si bien ETA pensaba que allí vivía un guardia civil, la realidad es que cuando se perpetró el intento de atentado (noviembre de 2000), la casa estaba habitada por una mujer y un niño de corta edad que nada tenían que ver con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. En la sentencia, los magistrados de la Sección Primera de la Sala Penal imponen a Guridi Lasa dos penas de 19 años cada una por sendos delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa con la concurrencia de la agravante de reincidencia, y otros 14 años por estragos terroristas en grado de tentativa, tal y como solicitaba la Fiscalía de la Audiencia Nacional.