- El Gobierno español se prepara ya para intervenir esta semana la Comunidad de Madrid, pero mantiene a la par contactos con miembros del Ejecutivo regional para intentar llegar a un acuerdo de última hora que evite el choque de trenes. Sin embargo, lsabel Díaz Ayuso no da su brazo a torcer y, aunque se abre a confinar los municipios con más de 500 contagios de covid por cada 100.000 habitantes, lo condiciona a que dicho criterio se aplique en todo el Estado y no solo en su comunidad autónoma.
No es la única condición de la presidenta madrileña, que también exige al Gobierno de Pedro Sánchez que se encargue de hacer tests en Barajas y en las estaciones de AVE y Renfe que, según el Ejecutivo de Díaz Ayuso, son un coladero de contagios, a pesar de que ningún dato científico sustenta dicha especulación.
En Moncloa no parecen dispuestos a plegarse a las exigencias de Ayuso y le instan a que obedezca sin condiciones las recomendaciones de los expertos. En el caso contrario, el Gobierno español ya se prepara para un escenario en el que tenga que tomar el control en la capital a lo largo de esta semana. Mientras tanto, apura los contactos con el Ejecutivo regional, más concretamente con el vicepresidente Ignacio Aguado (Ciudadanos), que ayer demandó tranquilidad y un “alto el fuego político”.
Mientras tanto, son ya 45 las zonas de la Comunidad de Madrid confinadas aunque, según el criterio de los expertos y del Ministerio de Sanidad, no son suficientes. El ministro Salvador Illa insiste en que toda la capital madrileña debe ser puesta bajo confinamiento y continúa urgiendo a Isabel Díaz Ayuso a que escuche las recomendaciones de los expertos. A Illa se sumó ayer la titular de Política Territorial, Carolina Darias, que trasladó la disposición de su gabinete a “ayudar” para frenar los contagios, pero reclamó a Ayuso que “se ponga al lado de la ciencia” y de los técnicos sanitarios. “La batalla contra el virus es epidemiológica, no ideológica”, zanjó.
Por su parte, fuentes del Gobierno de Díaz Ayuso aseguran a Efe que no buscan un “choque” con el Ejecutivo estatal y que actúan conforme a lo dialogado con Moncloa la pasada semana. Sin embargo, la realidad es que ambas administraciones están lejos de llegar a un acuerdo y la opción de que Sánchez tome las riendas de la situación interviniendo la región gana enteros. La fragilidad del diálogo entre las dos instituciones y del fracaso de la tregua que escenificaron la pasada semana se hizo evidente el sábado con la dimisión tras 48 horas en el cargo del portavoz del Grupo Covid, el doctor Emilio Bouza.
Las últimas opciones de evitar la confrontación total se limitan a los contactos que mantuvieron ayer los ministros Illa y Darias con el vicepresidente regional Aguado. Este último se ha arrogado en las últimas horas el papel de mediador ante la postura inamovible de los consejeros del PP.
Así, el dirigente de Ciudadanos optó ayer por no dinamitar todos los puentes y reclamó el “alto el fuego” entre los dos gabinetes para poder “continuar con las reuniones” y acordar las medidas para frenar la situación crítica de la pandemia. “Los madrileños merecen que acordemos conjuntamente las medidas para proteger su salud. Estemos a la altura”, publicó en su cuenta de Twitter, donde también confirmó que mantiene contactos con Illa y Darias.
Por último, el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, reclamó al PP que se centre en la salud pública y abandone sus intentos de desestabilizar al Gobierno. “Está en juego la salud de los españoles”, insistió el dirigente socialista, que llama a evitar divisiones entre las administraciones.
A su juicio, en medio de una crisis sanitaria como la actual no cabe ningún cuestionamiento, “ni del Ejecutivo que está entregado en la lucha contra la pandemia, ni del legislativo que establece las decisiones de acuerdo a la mayoría popular ni del judicial, que está sometido a la soberanía del pueblo”.
“Madrid tiene que ponerse del lado de la ciencia, la batalla es epidemiológica, no ideológica”
Ministra de Política Territorial