El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha evitado este miércoles dar pistas sobre la respuesta que piensa dar a su posible inhabilitación y ha acusado al Estado español de estar "instalado en la venganza".
En su intervención inicial en el debate de política general en el Parlament, centrada principalmente en repasar la obra de gobierno en plena pandemia de la COVID-19 y que se ha prolongado por espacio de una hora y 45 minutos, Torra ha denunciado que esta legislatura puede quedar "marcada por el círculo perfecto de la represión".
El mandato se inició con "el Gobierno de Mariano Rajoy impidiendo la elección" de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat y "puede acabar con la destitución de otro" president, él mismo, pero con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al frente del Ejecutivo central.
"Podemos acabar exactamente igual, poniendo y destituyendo a presidentes de la Generalitat", ha protestado Torra, que mañana acudirá al Tribunal Supremo, donde se celebrará la vista sobre el recurso que presentó contra su condena a año y medio de inhabilitación por haber desobedecido la orden de la Junta Electoral Central de retirar del balcón del Palau de la Generalitat en período electoral una pancarta en favor de los presos independentistas.
Según Torra, "un Estado instalado en la venganza quiere inhabilitar a un presidente por haber defendido la libertad de expresión" con una "pancarta que reivindicaba la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados".
Una inhabilitación, ha remarcado, que no se concibe en ningún "otro país de Europa" pero que en España puede ser decidida por "un tribunal con todo un Estado detrás, con partidos que han querido que esto pasase", pese al "periodo de inestabilidad" que puede provocar en Cataluña esta situación "en plena pandemia".
No ha querido desvelar qué piensa hacer si la "maquinaria de un Estado al servicio de una sed de venganza" lo acaba inhabilitando, si bien ha expresado un compromiso: "Serviré a mi país hasta las últimas consecuencias y hasta el último minuto de mi presidencia".
Torra, que ha hecho caso omiso a los llamamientos de ERC y la CUP a acordar una fecha electoral antes de que pueda ser inhabilitado y pierda la potestad de convocar elecciones, se ha mostrado "orgulloso del trabajo de todos" sus consellers frente a la pandemia.
"Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos", ha asegurado Torra, que ha afirmado que ahora no tiene ningún otro objetivo que velar por la "salud y los puestos de trabajo" de los catalanes.