- ERC pretende sacar rédito a su acuerdo con Pedro Sánchez para retomar la mesa de diálogo. Por un lado, abrir una ventana de oportunidades a la negociación a través de este foro; por otro, erigirse en el independentismo posibilista frente a un JxCat que desdeña esta herramienta si no alcanza para debatir la autodeterminación y la amnistía. Así lo corroboró ayer la portavoz y secretaria general adjunta de Esquerra, Marta Vilalta, que instó a Quim Torra a aprovechar que han “arrancado este compromiso renovado” para hacer posible que se vuelva a reunir la mesa y que en los próximos días la delegación catalana trabaje para consensuar un orden del día. Tanto la formación republicana como el Gobierno español aspiran a que el cónclave pueda celebrarse este mes de septiembre, con la matización por parte de ERC de que esta segunda cita debe ser “útil y servir para avanzar, que no sea solo una foto”. Y ahí repartió responsabilidades: “No depende solo de nosotros ni de Sánchez, sino también de la parte catalana y del president Torra”.
En ERC anida un regusto amargo por la remodelación de gabinete del jefe de Govern al entender que ha aprovechado la institución, la Generalitat, para reordenar el espacio posconvergente desprendiéndose del PDeCAT. En este sentido, Vilalta consideró que es un “error que debates internos afecten” al Ejecutivo catalán, que debería estar centrado en la lucha contra la crisis del coronavirus, y recalcó que “cualquier movimiento que afecte al Govern y que, por lo tanto, afecta al país, tendría que ser lo más consensuado posible”. Confirmó que Esquerra rechazó hacer cambios en sus consellerias porque los consellers republicanos “están dedicados al 200% a la superación de la crisis”.
En paralelo, el vicepresident Pere Aragonès advirtió de que si el Govern queda en funciones tras la inhabilitación de Torra, sin que sea investido un sustituto, no podrá aprobar los Presupuestos. Las Cuentas del año próximo estarán condicionadas por “dos elementos”: los recursos de los que pueda disponer Catalunya, todavía no “notificados” por el Ejecutivo español; y el “horizonte” de inhabilitación firme del president, dado que “un gobierno en funciones no puede aprobar un proyecto de ley” como ese. Con relación a la primera cuestión, destacó que se espera una caída del PIB superior al 10%, lo que “alteraría el escenario de ingresos”, y lamentó que Sánchez no haya informado aún de qué recursos podrá disponer la Generalitat para elaborar sus números. Sobre el escenario “absolutamente incomprensible” de una eventual inhabilitación de Torra, lo cual supondría una “persecución de la libertad de expresión”, avisó de que un Ejecutivo en funciones no podría aprobar proyectos de ley.