- “El calendario aprieta”. Así lo afirmó el lehendakari, Iñigo Urkullu, el viernes en la Conferencia de presidentes de San Millán de la Cogolla, una cita a la que no tenía previsto a acudir hasta apenas unas horas antes de su celebración. El acuerdo sobre el déficit alcanzado in extremis con el Gobierno central, que incluye la reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico en septiembre, y la necesidad de preparar proyectos para acceder a los fondos europeos de ayuda contra los efectos del covid-19 han coincidido con la constitución del Parlamento Vasco y la formación del Gobierno tras las recientes elecciones del 12 de julio en Euskadi. Así, mientras hoy se celebra la sesión constitutiva de la Cámara de Gasteiz, el Ejecutivo de Urkullu en funciones deberá echar el resto durante este mes de cara a preparar los proyectos para optar a esas ayudas de la Unión Europea. Sin embargo, estos acontecimientos ligados entre sí también han generado sinergias positivas y el déficit del 2,6% del PIB para Euskadi pactado el viernes con Moncloa podría facilitar la negociación de PNV y PSE de cara a reeditar el Gobierno Vasco de coalición, otro de los procesos en curso.
“Las relaciones entre los dos gobiernos son buenas”, afirmó ayer la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, en una entrevista con este medio. La previsión es que a principios de septiembre se ponga en marcha el nuevo ejecutivo liderado por Urkullu. La propia Mendia reconocía la necesidad de contar con un “Gobierno fuerte y estable” en Euskadi para afrontar con garantías la crisis económica y sanitaria. También el hecho diferencial de que, por primera vez en 22 años, el ejecutivo vasco puede contar con mayoría absoluta, la que conceden los 41 parlamentarios de PNV y PSE, situación de privilegio de la que no pudieron disfrutar en la legislatura pasada. Queda por ver si efectivamente los grupos de trabajo de ambos partidos consensúan un programa y cuál será la naturaleza y composición del futuro Gobierno.
Mientras esta negociación sigue su curso contra reloj, los 75 parlamentarios se verán hoy las caras en el pleno de constitución del nuevo Parlamento Vasco que dará inicio a la XII legislatura, que deberá ser la de la reconstrucción por los efectos de la pandemia. Esta sesión se celebra también según los plazos previstos, después de que los 31 representantes del PNV recogieran sus actas de diputados y pusieran así en marcha el reloj parlamentario con la mayor celeridad posible.
La composición de la Mesa del Parlamento arrojará hoy más pistas de la dinámica que se puede seguir en los próximos cuatro años en el legislativo. Fue el viernes por la noche cuando el PNV, el PSE y Elkarrekin Podemos-IU alcanzaron un acuerdo por el que los jeltzales tendrán dos representantes en este órgano y los otros dos partidos, más EH Bildu, uno cada uno. Lejos, por tanto, de las pretensiones de este último, que aspiraba a repartirse la Mesa a solas con el PNV -tres puestos esta formación y dos la coalición abertzale-. PP+C’s, con seis escaños, los mismos que Elkarrekin Podemos-IU, ha puesto el grito en el cielo por quedar fuera de la ecuación.
La perspectiva plural por la que ha apostado el partido de Andoni Ortuzar, que dejó claro desde el principio que tan solo aspiraba a situar dos miembros en la Mesa, y la incorporación a la misma de Elkarrekin Podemos-IU puede adelantar la intención de buscar acuerdos amplios que vayan más allá de la mayoría absoluta de PNV y PSE. En los estertores de la pasada legislatura, con el ejecutivo en minoría por un escaño, la coalición morada posibilitó la aprobación de los presupuestos, con una dirección del partido totalmente diferente de la actual, eso sí. La candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, que en campaña apostó por armar una alternativa de izquierda junto a PSE y EH Bildu, ha pactado a las primeras de cambio con el PNV su presencia en la Mesa, lo que anticipa una posición más pragmática.
La reivindicación de ese tripartito alternativo es enarbolada actualmente sobre todo por EH Bildu, pese a que ya no suman mayoría absoluta después de que el recuento del voto extranjero les hurtara un escaño en beneficio de PP+C’s. Sin embargo, el coordinador de la formación abertzale, Arnaldo Otegi, apostó por esta fórmula en su pugna con el PNV porque considera que el partido jeltzale nunca sumaría con Vox -y PP+C’s- para imponerse a dicho tripartito. La única parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, es otra de las incógnitas de la naciente legislatura. Hasta ahora ha dado muestras de estar encantada con su aislamiento y todo apunta a que su actuación puede estar más enfocada a sacar réditos electorales en el resto del Estado.
En la misma entrevista, Idoia Mendia abogaba por alcanzar “acuerdos de calado” en este nuevo periodo dada la magnitud de los retos que se plantean, y abogaba por dejar atrás el “electoralismo” de la pasada legislatura. Hoy se empezará a resolver esta incógnita.