- Una de las incógnitas del PP de la CAV de cara a la legislatura que está próxima a comenzar en el Parlamento Vasco es la relación que mantendrá con Vox, elemento distorsionador que se estrenará en la cámara con una representante. Esta presencia puede poner de manifiesto las contradicciones en el seno del PP entre el sector que aboga por mantener un perfil más pegado a Euskadi y aquel que transige con una mayor dependencia de Génova, y que estaría representado por el candidato a lehendakari el 12-J, Carlos Iturgaiz. Buena prueba de esta dicotomía es que mientras la presidenta interina del partido, Amaya Fernández, ha venido destacando la distancia abismal que les separa de Vox, Iturgaiz vaticinó ayer mismo que mantendrán una "buena relación" con el partido de ultraderecha e incluso apuntó algunos puntos coincidentes entre ambos.
En Radio Euskadi, dijo que estarán "en la misma posición" en temas como la defensa de la Constitución o de la educación concertada, pero "también habrá cuestiones parlamentarias en las que no estemos muy cerca, como en la cuestión europea o en el concepto autonómico". Es previsible que estas dos posturas en el seno del PP vasco confronten en el congreso que celebrará a la vuelta del verano, aún sin fecha, para renovar su dirección tras la abrupta salida de Alfonso Alonso de la presidencia, una vez el líder estatal, Pablo Casado, le descartó como candidato a lehendakari. Fernández, muy cercana a Alonso, asumió la presidencia transitoria y no ha escondido su desacuerdo con Iturgaiz en diversas ocasiones.
El exparlamentario popular enumeró ayer una larga lista de razones que explicarían los adversos resultados cosechados en las autonómicas, en los que el PP, que concurría en coalición con Ciudadanos, bajó de nueve a seis parlamentarios y se dejó cerca de la mitad de votos por el camino. Entre dichos motivos, aludió a la "desmotivación, ya que veníamos de un momento convulso tras cambiar de liderazgo a 40 días de las elecciones", en referencia a la salida de Alonso poco antes de los comicios inicialmente previstos en abril, y que se retrasaron hasta julio por la pandemia. Iturgaiz también culpó a la elevada abstención, que alcanzó su máximo histórico, a que el PP obtiene mejores resultados en unas elecciones generales que en unas autonómicas, a las encuestas negativas y a los votos que se fueron hacia el PNV y Vox.
Carlos Iturgaiz destacó como algo positivo que PP+C's haya logrado grupo propio, y confirmó la acción común de ambas formaciones en la labor parlamentaria. Sus seis representantes, "sin distinción" de que pertenezcan a unas siglas u otras, "van a ser el bastión del constitucionalismo y de miles y miles de vascos que se sienten vascos y españoles, que quieren un País Vasco plural para todos" y no que sea "cómodo para los nacionalistas e incómodo para los no nacionalistas". Aludió por último a la renovación del PP y aseguró que la prioridad es "reorganizar el partido, pasar de una interinidad a una normalidad", así como "la unidad" y "reflotar el PP del País Vasco".