in miedo a posibles contagios ni a a mojarse más de la cuenta por otras posibles tormentas como las que despertaron Vitoria a las 7.30 horas, una hora y media antes de que abrieran las urnas, y hasta desafiando al bochorno de primera hora de la tarde. Con este arrojo, a prueba de coronavirus, se lanzaron ayer al ruedo electoral las 189.751 personas residentes en Vitoria y 5.077 gasteiztarras en el extranjero que se animaron a ejercer su derecho al voto. Lo hicieron, por lo general, satisfechos con los cambios organizativos y respetando todas las medidas, como el uso de mascarilla, el lavado de manos y la distancia interpersonal, en colegios como el de Hegoalde, donde por la mañana se vio alguna que otra cola a la entrada, y el del Iradier Arena, un multiusos del que algunos salían orgullosos, al contar lo bien que había estado la organización, “lo sencillo que había sido”, pese a todas las indicaciones que había que tener en cuenta, e incluso lo curioso que había sido “votar en una plaza de toros”, ya que para algunos de ellos, era la primera vez que la pisaban.
Este último recinto, el de la plaza del Renacimiento, era uno de los seis nuevos locales electorales que se habilitaban en estos comicios del 12-J en la capital alavesa con el objetivo de mejorar la distribución de las mesas y asegurar la distancia entre los votantes para evitar aglomeraciones y garantizar que se cumpliera la debida prevención en estas elecciones en las que la ciudadanía estaba llamada a elegir a los 25 parlamentarios del Legislativo vasco. Por eso, durante la pasada jornada no era nada raro ver entrar a los mismos a la gente llevando en las manos el papel del censo electoral en el que les anunciaba el nuevo colegio electoral. No en vano, a lo largo y ancho de la ciudad había mesas electorales que cambiaban de ubicación, entre ellas las once de Carmelitas Sagrado Corazón, que se colocaron en el Iradier Arena, pero también las ocho de la Escuela de Artes y Oficios, que se trasladaban al colegio Urkide Ikastetxea. Además, ocho mesas situadas en el edificio del IES Los Herrán, en la calle José Mardones, se mudaban al edificio situado en la calle Los Herrán 70, con una entrada por la calle Logroño, según se había advertido previamente. De las quince mesas situadas en el centro cívico Ibaiondo, siete se pasaron al colegio Ibaiondo y ocho al instituto Mendebaldea. Y dos mesas situadas en el centro de empresas del Casco Medieval se pusieron en las oficinas municipales situadas en la calle Fray Zacarías. Asimismo, ocho mesas situadas en el Ayuntamiento se instalaron en el colegio San Martín y seis mesas del centro cívico de Salburua fueron al colegio Errekabarri.
Mascarillas, carteles, gel y marcas en el suelo
Acudir en plena pandemia a votar era algo inédito y así lo recordaban a los electores los carteles amarillos fluorescentes de Votaciones-Bozketak con la flecha correspondiente en dirección a la entrada de cualquiera de los 39 colegios electorales de Gasteiz. También lo hacían los dispensadores de gel hidroalcohólico para el lavado de manos por los que había que pasar, sí o sí, bajo la atenta mirada de los vigilantes de seguridad, para poder acceder a las mesas electorales. Si bien, lo que no cambiaba es que los más madrugadores en cumplir con la llamada de las urnas fueron las personas mayores, ya fuera por tradición o para evitar así cruzarse con los incondicionales del mediodía, los que aprovechan para ir a votar antes del poteo, lo que suele ocasionar aglomeraciones en este tipo de citas. “Yo suelo votar a esta hora, de forma habitual, para tener luego el día libre”, explicaba Eduardo Fernández, a las once de la mañana al poco de depositar su papeleta en una de las once mesas dispuestas alrededor de lo que otrora fue la plaza de toros. “No he tenido ningún tipo de reparo por venir a votar en plena pandemia porque se hace en condiciones parecidas a las que se hace al trabajar. Respecto a si puede haber una mayor abstención, puedo entender que haya personas que puedan tener más miedo en venir, sobre todo los más mayores, pero entre el resto de los ciudadanos creo que no”, decía este amable señor al que el estreno del Iradier Arena como colegio electoral le parecía más que “bien porque evita la masificación”. Igualmente, el resto de las medidas le parecieron “correctas y claras”, ya que en su caso, “no me he hecho nada de lío al entrar”, ya que había seguido sin mayores problemas las marcas en los suelos, a modo de flechas, unas en color amarillo y negro para entrar, y otras rojiblancas para la salida, que le indicaban a la perfección el camino a seguir.
En la mesa 13A, una ciudadana le hacía la pregunta del millón a uno de sus conocidos a los que le había tocado ser mesa: “Te ha tocado la lotería, ¿eh?”, cuestionaba con sorna. “Sí, igualito, como cuando a otros les toca la Primitiva, solo que yo en esto ya tengo experiencia”, respondía con gracia él, una de las 2.781 personas designadas el pasado 15 de junio para ocupar las presidencias y vocalías de las 309 mesas electorales de Vitoria tras el sorteo celebrado en el Ayuntamiento. En uno de los descansos entre ese ir y venir de gente, la presidenta de esta misma mesa, Ane, explicaba a este diario que a ella no le dio doble susto enterarse de que le tocaba ser mesa y presidenta en plena pandemia. “Al final, es lo que toca. Nos han proporcionado mascarillas para que nos las cambiemos cada cuatro horas” a lo largo de toda esa jornada, que, por suerte, transcurría “con tranquilidad”. “De momento, es gente mayor la que está viniendo a votar, porque jóvenes aún no han venido”, señalaba, por su parte, Asier, vocal de esa mesa de la 13A.
Otra “agraciada” en el sorteo electoral para estos comicios del 12-J fue Verónica Werckmeister, impulsora del Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz (IMVG), a la que, encima, le tocó ser presidenta, en este caso de la mesa 15U. “No sabía lo que me tocaba”, contestaba entre risas tanto de ella como de sus compañeras de mesa electoral. “Es la primera vez que me toca estar en algo así, pero está transcurriendo sin incidencias”, destacaba Werckmeister.
Aunque la recomendación general era llevar el voto preparado para agilizar el trámite y evitar tiempo innecesario dentro de los recintos, también había mesas y otras cabinas con cortinas, algo más discretas, para escoger la papeleta deseada. Cogiendo dos de ellas en una de las mesas cercanas al ruedo del Iradier Arena se encontraba la joven pareja formada por Laura Andrés e Íñigo Simón. “Yo tenía claro que iba a venir a votar”, aclaraba él. En cambio, ella lo decidió a última hora, “pero no por la pandemia, sino por indecisión, sin más”. En cualquier caso, ambos lo hacían con “tranquilidad”, sin temor al coronavirus, con sus respectivas mascarillas, y satisfechos con toda la organización: “Antes nos tocaba votar en el Carmelitas Sagrado Corazón, pero este lugar nos gusta. Nos parece más amplio”.
Igualmente, Raquel acudía “tranquila” a ejercer este derecho fundamental, a la misma hora a la que suele hacerlo siempre todos los comicios, “a eso de las once de la mañana”. Esta mujer lo hacía esta vez con la papeleta traída de casa y satisfecha con el estreno del Iradier como local electoral, aunque eso sí, pensando en que su anterior colegio electoral, “porque me pillaba más cerca de casa, pero bueno esta vez es lo que toca”, agregaba.
Mientras tanto, los apoderados de los diversos partidos, como Miguel Garnica (PP), se aseguraban que todo fuera según lo previsto, en este complejo. Entre ellos, los de Vox, cuya numerosa presencia, con 200 personas llegadas de diversos puntos del Estado, sorprendió a más de uno. No muy lejos de allí, Vanesa, una de las vigilantes de seguridad, tampoco quitaba ojo y resaltaba que no había aglomeraciones ni “líos” a la hora de seguir las medidas. “Lo único a la salida, cuando a veces se equivocan y se vuelven a meter por la entrada, pero, por lo demás, no ha habido confusiones”, precisaba.
“No he tenido reparos. Se hace en condiciones parecidas a las que se hace al ir a trabajar”
Votante
“La única confusión es la de las personas que al salir se vuelven a meter por el carril de entrada”
Vigilante de Seguridad
“Es la primera vez que me toca algo así, pero está transcurriendo sin incidencias reseñables”
Presidenta de mesa electoral
“No he traído la papeleta preparada de casa, pero tenía claro que iba a venir a votar”
Votante
“El Iradier Arena nos gusta como colegio electoral. Nos parece más amplio”
Votante
“A primera hora pocos jóvenes han venido a votar. Era n sobre todo personas mayores”
Vocal de mesa
“No me llevé doble susto por eso de que me tocara mesa y encima ser presidenta”
Presidenta de mesa electoral