- El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, no ocultó su preocupación por lo sucedido ayer tanto en Euskadi como en Galicia y reconoció que el espacio político de Podemos “ha sufrido una derrota sin paliativos” en las dos regiones. “Nos toca hacer una profunda autocrítica y aprender de los errores que sin duda hemos cometido”, reconoció Iglesias en las redes sociales tras perder cinco escaños en el Parlamento vasco y quedarse fuera de la Cámara gallega.
Quien no hizo autocrítica fue la candidata a lehendakari Miren Gorrotxategi, que se limitó a explicar que tienen “cuatro años por delante, cuatro años de trabajo intenso, duro y con mucha ilusión”; en los que intentarán cumplir los objetivos marcados en campaña y “transformar en iniciativas parlamentarias todo nuestro proyecto político”.
En el seguimiento electoral de la coalición morada en el Museo Marítimo de Bilbao -en un acto con más presencia de los medios de comunicación que de la militancia-, se vislumbraron caras largas y desánimo ante un resultado mucho peor del esperado o del que pronosticaban las encuestas.
El cabeza de lista por Gipuzkoa, David Soto, ya dejaba entrever en la valoración previa a los resultados que no iba a ser una buena noche para la coalición. Sin embargo, defendió que a pesar del resultado los morados trabajarán en los próximos cuatro años en el Parlamento vasco por “dignificar las condiciones de vida de todos los trabajadores”.
En este sentido, de cara a la legislatura que comienza, está por ver qué estrategia seguirán los de Miren Gorrotxategi en el juego parlamentario, teniendo en cuenta que, salvo sorpresa, se avecina un nuevo Gobierno Vasco sostenido por el PNV y el PSE, que van a sumar mayoría absoluta en la Cámara de Gasteiz. Así las cosas, Elkarrekin Podemos tiene ante sí el dilema de si funciona como una oposición dura y de choque o, por el contrario, intenta colar propuestas en los futuros acuerdos de reconstrucción post covid-19 que marcarán la legislatura.
Atendiendo al discurso que la coalición morada ha venido esgrimiendo durante la campaña electoral, Miren Gorrotxategi apunta más hacia una oposición de corte duro, dado su discurso enmendando a la totalidad la gestión de Iñigo Urkullu y prometiendo su desalojo de Ajuria Enea a toda costa. Sin embargo, puede que las circunstancias que arrojan las urnas y la evaporación de la hipótesis del tripartito obliguen a los de Gorrotxategi a reposicionarse y optar por una estrategia más pragmática y de acuerdos puntuales con el nuevo Ejecutivo.