- Carlos Iturgaiz mira ya a la carrera electoral que se avecina si, como parece, en pocos días el lehendakari decide convocarlas para julio, con un plan B en septiembre-octubre si la situación sanitaria obliga a volver a aplazar los comicios al Parlamento Vasco.
¿Es julio un buen momento para ir a unas elecciones o mejor dejarlas para otro momento?
—Con los informes sanitarios y científicos que nos ha entregado el lehendakari es mejor la opción de julio que la de septiembre-octubre. Septiembre-octubre plantea la incógnita de cómo va a estar la situación sanitaria. Esa incertidumbre es menore en julio. A nadie se le oculta que la curva de contagios está descendiendo y hay que aprovechar el momento para celebrar elecciones porque no tenemos un Parlamento Vasco y el Gobierno Vasco está naufragando en la gestión de la pandemia. Además es un Gobierno con reproches internos y pérdida de lealtades entre los socios que integran el Ejecutivo de coalición. Todo esto le hace un Gobierno débil, es una jaula de grillos.
Hasta hace unas semanas decía que no tocaba hablar de elecciones. Ahora ya no se opone. ¿Quizá ha tenido que ver que su compañero de partido y presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también planea hacerlas en julio?
—Lo que ha tenido que ver es que en estos momentos lo importante es la seguridad sanitaria y la seguridad de que la gente pueda ir a votar con toda libertad y tranquilidad. La gente está pensando más en su salud y sus problemas derivados de esta pandemia, en cómo recuperar su trabajo y sus rutinas. Las elecciones son algo accesorio para la gente, pero es verdad que ante una grave crisis, cuando no funciona el Parlamento y el Gobierno se tira los trastos a la cabeza entre sus socios, hay que buscar una fecha antes del limite de la legistatura establecido en octubre de este año. La convocatoria electoral tiene que tener todas las garantías sanitarias. Ahora se abre una posible ventana porque todo apunta a que la situación de la pandemia será mejor en julio que en septiembre-octubre. Los expertos y epidemiólogos sostienen que se pueden juntar el virus del covid-19 con la gripe estacional de septiembre-octubre y esa sería una situación más explosiva.
¿Cree que en julio repuntará la abstención y comprometerá la participación?
—Vamos a tener que luchar todos contra la abstención y contra el miedo de mucha gente a acercarse a los centros de votación e incluso a las oficinas de Correos para el voto por correo. Le pedimos al lehendakari que extreme las garantías necesarias para que la gente se acerque a las urnas con tranquilidad y seguridad, así como las personas que se encarguen del proceso electoral. Por eso le exijo al lehendakari un plan electoral y que lo distribuya a los partidos y sobre todo a la ciudadanía.
¿Esta crisis sanitaria y social le rompe al PP vasco su discurso antinacionalista del que había hecho bandera?
—Todo es compatible pero nosotros siempre nos hemos centrado y ocupado de los problemas reales de los ciudadanos vascos, que saben que a Urkullu se le ha caído el mito de la buena gestión porque se ha mimetizado de la pésima gestión de Sánchez. El binomio Sánchez-Iglesias en España es nocivo y ha sucumbido al caos y la improvisación en la gestión, y además el mando único no ha funcionado. El ordena y mando de Urkullu en el País Vasco tampoco ha funcionado. Sin ir más lejos, hace unos días fue abucheado en el hospital de Cruces por médicos y enfermeros. Su gestión está siendo caótica y por si esto fuera poco le ha caído encima la condena de la Comisión Europea sobre la gestión en el caso del derrumbe del vertedero de Zaldibar.
¿Y qué va a proponer el PP?
—El PP es el único partido que hace alternativa al PNV. Bildu y Podemos hacen oposición y el PNV los utiliza a unos para el nuevo estatus y a otros para aprobar los Presupuestos. Al PSE lo utiliza para gobernar. El único que hace alternativa es el PP. El modelo del PP es el que está triunfando en las comunidades donde gobierna junto a Ciudadanos. Díaz Ayuso ha sido reconocida mundialmente por levantar en tiempo récord y con eficacia el hospital de campaña de Ifema; el alcalde de Madrid ha recibido incluso el reconocimiento del cantante Ramoncín, nada sospechoso de ser un fan del PP; Feijóo es de los que más test de detección ha realizado; y Andalucía y Murcia también están destacando en su gestión. Ese es el modelo que queremos para el País Vasco, un modelo que gestiona bien, con capacidad de sacar al pais de la crisis.
¿Van a volver a presentarse a las urnas en coalición con Ciudadanos?
—Por supuesto, ni lo dude. El acuerdo era, es y será fortalecer un espacio constitucionalista en el País Vasco y eso está por encima de todas las diferencias que tenemos en determinadas votaciones. A la gente le agrada que dos partidos diferentes, uno liberal y otro conservador, se unan para fortalecer ese espacio constitucionalista en defensa de las libertades y de la unidad de España.
La semana pasada PP y Ciudadanos votaron distinto en un tema de calado como la prórroga del estado de alarma. ¿Supone una brecha?
—Es cierto, ellos apoyaron a Sánchez y nosotros nos abstuvimos, pero por encima de eso está el hecho de que compartimos un mismo diagnóstico sobre el desastre de la gestión del Gobierno de Sánchez-Iglesias. Eso en España, porque aquí hacemos un mismo diagnóstico de situación sobre la gestión desastrosa del Gobierno Vasco. El PNV es el corresponsable de que Sánchez e Iglesias estén hoy gobernando España, porque los jeltzales acuchillaron a Mariano Rajoy para desalojarle del Gobierno y colocar a Sánchez en La Moncloa.
De la mano de Ciudadanos, ¿el PP va a poder dejar de ser un partido residual en Euskadi?
—Lo principal es que dos partidos diferentes pero con los mismos objetivos estemos juntos. El espacio del centroderecha lo ocupan PP y Ciudadanos. Es necesario. No creo que sea relevante tener 9 parlamentarios y representación en todas las Juntas territoriales, o en los principales ayuntamientos del País Vasco. Nuestra función es necesaria porque el País Vasco es plural. Algunos no lo entendieron e intentaron que desapareciéramos política y físicamente de esta tierra cuando ETA nos mataba y su brazo político jaleaba y aplaudía esos asesinatos a personas del PP y también del PP. Somos constitucionalistas y ese espacio lo completa la coalición PP-Ciudadanos, que tiene miles y miles de personas que se sienten cómodas siendo vascos y españoles. Estamos muy lejos de ser residuales.
¿Va tener ETA mucha presencia en sus discursos electorales, a pesar de estar disuelta?
—Sigo lamentando que en pleno siglo XXI todavía haya personas en esta tierra que sigan justificando los crímenes de ETA, que haya partidos como Bildu que sigan sin condenar los asesinatos de ETA. Es una tragedia que sigan aplaudiendo en los recibimientos a presos de ETA que abandonen la cárcel. No me imagino a los terroristas que atentaron contra las Torres Gemelas siendo recibidos con vítores por la ciudadanía de Nueva York.
¿Y si no hay condena pública y clara, ¿cómo hay que relacionarse con Bildu?
—Mientras no condene los asesinatos de ETA Bildu no es un partido democrático.
¿Qué significa eso?
—Los que tienen que actuar siempre son los jueces. Cuando gobernó el PP siempre defendimos la ilegalización de aquellos que eran el brazo político de los terroristas, que justificaban los atentados y hacían apología del terrorismo.
¿Qué posición va a mantener la coalición PP-Ciudadanos en cuanto al Concierto Económico y el Cupo dado que Cs siempre los ha considerado un privilegio de los vascos?
—El acuerdo que tenemos por escrito y firmado recoge claramente el apoyo sin fisuras al Concierto y al Cupo, lo mismo que Navarra Suma (la coalición de PPN y Cs) respalda el Convenio navarro. No hay discusión.
¿Qué le ha parecido el mando único como fórmula para gestionar la pandemia?
—El mando único debería servir si funcionara bien, pero solo ha servido para aumentar el caos. Los ciudadanos están desorientados. El Gobierno PSOE-Unidas Podemos va dando tumbos continuamente, regalan fases de desescalada€ Es un desbarajuste.
¿Le han regalado la fase 1 a Euskadi?
—Sin duda, se la concedieron para permitirle que se convocaran elecciones. Ese ha sido el precio del apoyo del PNV a la prórroga del estado de alarma. Pablo Iglesias fue quien firmó en el BOE que Urkullu pueda hacer elecciones en Euskadi, y a cambio le permite el paso a la fase 1, mientras que en el País Vasco su formación (Elkarrekin Podemos) está en contra de la celebración de elecciones. Es paradógico. Y mientras a Euskadi se le regala la fase 1 a otras comunidades gobernadas por el PP se les impide progresar pese a tener mejores indicadores que otros.
¿El mando único ha servido para recentralizar competencias de Euskadi?
—Sánchez cometió el error de no apoyarse no solo en Euskadi sino en las comunidades autónomas. Podía haber escuchado a las comunidades, pero no es una cuestión de quitar competencias sino de escuchar a los presidentes autonómicos y aprovecharlas para evitar los errores que luego ha ido cometiendo Sánchez.
¿Corresponsabilidad entendida también como cogobernanza y codecisión?
—Sin duda que sí, pero no lo ha hecho. Los presidentes autonómicos conocen mejor el terreno y si Sánchez se hubiera dejado podrían haber enmendado muchos de sus errores. Le trasladaban muchas ideas pero el Gobierno socialista y comunista no ha querido oírlas.
¿Hay que mantener el estado de alarma o hay que pasar página?
—Hay que pasar a un plan B. El plan A solo ha servido para generar tensión y hay que pasar a una situación que dé más movilidad a la ciudadanía para que no esté más tiempo limitada por un estado de alarma que solo genera crispación en muchos sectores.
Sin estado de alarma, ¿cómo se gestiona la desescalada?
—Se puede hacer una desescalada en un estado de emergencia sanitaria, ya lo hacen otros países como Alemania o Dinamarca, que no han necesitado de esta excepcionalidad que dificulta la libertad de movimientos y genera dificultades a los sectores productivos del país.
¿Teme que Ciudadanos le vuelva a dejar colgado a Casado el próximo miércoles en el Congreso en la votación de la prórroga?
—Demostrará que somos dos partidos diferentes, yo respetaré su posición. No pasará absolutamente nada. En el País Vasco esos votos diferentes no tiene por qué afectar a nuestro acuerdo de coalición.
¿Le perdonaría el PP a Ciudadanos que apoyara los Presupuestos de Sánchez para 2021?
—Los Presupuestos de Sánchez son los Presupuestos de Sánchez e Iglesias, de ese partido, Podemos, que quiere venezonalizar España. Iglesias amaga con la aplicación del artículo 128 de la Constitución que, entre otras cosas, habla de intervenir y nacionalizar las empresas. Los Presupuestos de Sánchez serán bolivarianos y me resultaría difícil entender que Ciudadanos aprobara unos presupuestos así. Pero de todo hay en la viñá del Señor.
¿El caso de los apartamentos de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es solo un tema privado o hay un problema ético?
—Este caso ha saltado a la palestra cuando se han publicado encuestas que le situaban muy bien, entre otras cosas porque ha levantado el mejor hospital de campaña del mundo en Ifema. Díaz Ayuso ya ha asegurado que es ella la que paga de su bolsillo la factura de los apartamentos, como hacemos todos.
Pero al resto de las personas no se les hace un precio amigo.
—Yo no sé qué precio está haciendo a otras personas, pero noo entiendo eso del precio amigo. Quién no tiene amigos en muchos sitios, en un hotel o en un bar, donde un camarero que es amigo tuyo igual te invita a una consumición. ¿Vamos a tener cuidado con nuestros amigos que nos quieren invitar en una taberna o un restaurante?, ¿o tengo que decirle que no me invite no sea qué? Díaz Ayuso se ha convertido en una referente nacional por su buena gestión de la pandemia y están tratando de cortarle las alas con este tipo de acusaciones.
¿Le parece bien que Díaz Ayuso ha alentado las protestas y movilizaciones de vecinos del barrio de Salamanca en Madrid?
—Hay un hartazgo de la gente en España contra el Gobierno de Sanchez e Iglesias y en Euskadi contra el Gobierno Vasco. Unos lo hacen en Madrid con caceroladas y otros aquí en Euskadi en los pasillos de un hospital abucheando al lehendakari. Cuando no se gestiona bien la gente lo tiene que expresar y está dentro de la libertad de expresión.
En las protestas de Madrid no se ha respetado la distancia social y ha habido aglomeraciones de personas.
—También lo hemos visto aquí en el País Vasco cuando la consejería de Seguridad del Gobierno Vasco ha permitido esta semana una manifestación en Getxo a favor del gaztetxe de Romo. Había muy poca distancia entre unos y otros. Las manifestaciones tienen que seguir un protocolo, el mismo en Romo que en Madrid, o como en el caso del director de Emergencias de Osakidetza que rompió el confinamiento yendo a su segunda residencia en Castro Urdiales, por lo que tuvo que dimitir.
"Al lehendakari Urkullu y al PNV se le ha caído el mito de la buena gestión porque se ha mimetizado de la pésima gestión de Sánchez"
"Los Presupuestos de Sánchez de 2021 serán bolivarianos y me resulta difícil creer que Ciudadanos los vaya a aprobar"
"No creo que sea relevante para el PP que tenga parlamentarios, junteros o alcaldes, nuestra función es otra. Estamos muy lejos de ser residuales"