- El divorcio entre el PNV y EH Bildu es cada vez más evidente. La portavoz de la coalición abertzale, Maddalen Iriarte, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, protagonizaron ayer el intercambio más duro de la jornada en la Diputación Permanente. Iriarte, tras escuchar el plan de desescalada vasco y las consideraciones de Urkullu sobre las elecciones, comenzó su intervención espetando al lehendakari si se había leído o no el plan que le entregó EH Bildu y qué opinión le merecía. "Una vez más, ha traído un plan para comunicar, y no para la colaboración. Lo que nos presenta es una desordenada huida hacia adelante que puede echar por tierra lo logrado. No detalla lo que quiere hacer en las escuelas, cómo proteger a los niños. Este gobierno no ofrece certezas. Habla, pero no concreta. No hay plan de acompañamiento", reprochó.
Iriarte, que insistió en argumentos ya conocidos como la fiabilidad de los test por el virus, criticó de arriba abajo la gestión de Urkullu y lo acusó de no dialogar con nadie. "Aquí aplica el mando único que critica en el Estado", dijo. Uno de los momentos tensos del pleno llegó cuando el lehendakari consideró que EH Bildu tiene una actitud hostil, e Iriarte le dio la réplica tirando de diccionario y asegurando que es un sinónimo de enemigo, de manera que la coalición abertzale dio a entender que ha tomado nota del mensaje. Urkullu le pidió que mire también en el diccionario los calificativos que suele dedicar EH Bildu a su gobierno.
Iriarte le acusó de no poner en marcha ningún foro de diálogo para afrontar esta crisis ni forjar una posición conjunta con EH Bildu. De hecho, ayer se votó una proposición no de ley de la coalición para pedir una mesa con agentes políticos, económicos y sociales pero, como informó ayer este periódico, no salió adelante por el rechazo del PNV y PSE.
En esta ocasión, la iniciativa la defendió el parlamentario Unai Urruzuno por parte de EH Bildu, quien reclamó una gestión "colectiva" de la pandemia y denunció que "no se abren espacios para la cooperación". "Estamos viviendo una anomalía sanitaria a la que se le ha unido una anomalía democrática, establecida por decisión del PNV y del lehendakari, Iñigo Urkullu. El dice qué, cómo y cuándo y los demás tenemos que decir: sí, bwana. El candidato del PNV está en campaña y el resto de candidatos están en casa confinados", criticó. El PSE defiende el diálogo pero rechazó la iniciativa porque cree que la macromesa no es eficaz. Elkarrekin Podemos votó a favor y el PP se abstuvo.