- Un proceso de desescalada consensuado con el Gobierno español, pero atendiendo a la singularidad propia de Euskadi, respetando los marcos competenciales y acorde con la situación real de la pandemia en la Comunidad Autónoma Vasca. Este es el planteamiento que llevó ayer el lehendakari Iñigo Urkullu a la videoconferencia de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez para analizar la situación de la crisis por el covid-19. En la cita, el jefe del Ejecutivo español les informó de la prórroga de estado de alarma y confinamiento hasta el 9 de mayo, las medidas que se van a adoptar para aliviar la situación de los menores y la fórmula de “desescalada asimétrica” que plantea el Gobierno español. Medidas que, una vez más, Sánchez trasladó antes a la prensa que al lehendakari Urkullu y al resto de presidentes autonómicos.

En la videoconferencia, Urkullu dejó claro que antes que una “desescalada asimétrica con el pilotaje del Gobierno español”, Euskadi apuesta por un proceso de transición a la vuelta a la normalidad “diseñado de modo compartido y singularizado desde la coordinación y la corresponsabilidad”. Así, el lehendakari avanzó a Sánchez que en los próximos días le entregará el plan de transición a la nueva normalidad que prepara el Ejecutivo vasco para Euskadi en sus primeras etapas.

De entrada, Urkullu propone que a partir del 27 de abril, además de la salida de casa de los menores, se pueda proceder a la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios, y autorizar la actividad física en el exterior de manera individual, todo con la adopción de medidas de seguridad.

El jefe del Ejecutivo de Gasteiz apeló a Sánchez “a la consciencia de que conformamos un Estado compuesto con marcos competenciales claramente diferenciados que deben respetarse y con realidades socio-económicas distintas”. A juicio de Urkullu, “esto significa la aplicación del principio de subsidiariedad”.

En este punto, el lehendakari insistió en que los “marcos competenciales claramente diferenciados” entre las diferentes comunidades deben respetarse y, en este sentido, aclaró que comparte el criterio defendido en el ámbito educativo por la consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte, cuyo departamento trabaja para definir cómo será el fin de curso en Euskadi. Y ello después de que la pasada semana la ministra del ramo en el Gobierno de Pedro Sánchez, Isabel Celaá, deslizara en la reunión con los consejeros autonómicos que si bien desde el Ejecutivo español no se aboga claramente por el “aprobado general”, si es claramente partidario de que “en general se conceda el aprobado”, además de mantener abiertas la aulas en julio. Ante esta posición, Uriarte se remitió al plan específico del Gobierno Vasco en materia de Educación.

A juicio del lehendakari, en la sociedad vasca existe una “alta conciencia” sobre la complejidad de la situación y la necesidad de cumplir las medidas de protección derivadas del estado de alarma. Por ello, el Ejecutivo Urkullu, siendo consciente de la situación, y junto a las experiencias internacionales y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), propugna la conveniencia de adoptar tres primeras medidas a partir del 27 de abril, al menos, en el caso de Euskadi. Tras puntualizar que serían medidas gestionadas de forma escalonada y desde la proximidad, el lehendakari señaló que la primera sería, conociendo las recomendaciones de Unicef y Save the Children, posibilitar salidas a la calle para menores, “en condiciones limitadas de tiempo, distanciamiento y no agrupación”. Algo que ya propuso el pasado jueves y que el sábado fue asumido por Pedro Sánchez.

La segunda medida, que también se propone que se lleve a cabo a partir del 27 de abril, sería preparar la apertura limitada y regulada de comercios y pequeños negocios, “con estrictas medidas de seguridad y distanciamiento físico”. Por último, en tercer lugar, el Gobierno Vasco plantea autorizar la actividad física individual, en espacios abiertos, “en condiciones de limitación de tiempo y prohibiendo la agrupación de personas”.

Según señaló el lehendakari, entre los principales indicadores para que se pueda avanzar hacia esta nueva etapa se establece que haya una reducción de casos sostenida a lo largo de 14 días, y capacidad suficiente de test para detectar y aislar nuevos casos. Junto a ello, debe existir una capacidad “suficiente” del sistema sanitario en profesionales, plazas hospitalarias, UCIs y suministros para responder a “eventuales rebrotes”. Otro indicadores serían la adopción de medidas preventivas en centros de trabajo y en la actividad social; así como mantener el “compromiso individual y colectivo” en higiene personal, no agrupación de personas y distanciamiento físico.

En este sentido, aseguró que constatan el cumplimiento de estos indicadores en Euskadi, y puso de relieve que, a lo largo de estas semanas, la “cultura cívica de la prevención y la autoprotección” se ha “consolidado firmemente” en la sociedad vasca. “Subrayo, como ejemplo, la valoración positiva del retorno a la actividad productiva. En Euskadi, ha funcionado con normalidad y prácticamente sin incidencias gracias al modelo de acuerdo y colaboración desarrollado en cada empresa”, indicó, para recordar que este lunes se vuelve a tener “un nuevo reto con la finalización total del período de vacaciones de Semana Santa”.

La pasada semana el consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno y portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, destacó la “máxima lealtad” del lehendakari a las medidas que ha adoptado Sánchez a raíz de la pandemia del COVID-19 , una lealtad que constató ayer de nuevo Urkullu, pese a que recordó al presidente español que en la reunión del domingo pasado -la celebrada el día 12-, planteó una serie de preguntas que, a su juicio, la “mayor parte” siguen sin respuesta por parte de Sánchez. “Espero que, por cauce bilateral, que también he utilizado de manera propositiva para el día de hoy, o multilateral, sean abordadas”, zanjó.