- La ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció ayer que la aprobación del ingreso mínimo vital “es complejo”, pero reiteró que se trata de una medida “urgente” con la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado “una enorme sensibilidad”. “Es urgente, así lo ha entendido el presidente y por eso la vicepresidencia social se coordina con los ministerios de Inclusión y el de Trabajo para que este medida este en mayo”, insistió la titular de Igualdad en una entrevista en RNE.
Montero evitaba así polemizar sobre las discrepancias con el ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, sobre la urgencia de la medida que ha enmarcado dentro del debate necesario para aprobar iniciativas. “Hay que distinguir debates de las polémicas y hay mucha gente a la que le interesa decir que hay grandísimas polémicas en una situación que ahora no existe en el gobierno, en el que debatimos pero que estamos todas a una”, explicó la titular de Igualdad.
Según indicó, el Gobierno “se está dejando la piel para frenar esta emergencia sanitaria y para crear un fuerte escudo social”. “No es momento de polémica, sino de escuchar las críticas que sean constructivas”, añadió.
Montero reiteró la importancia de dar luz verde a esta prestación, especialmente para los familias monoparentales. “Son 1,9 millones de hogares que cada día que esperan por el ingreso mínimo es un día sin comer, sin encender la calefacción o sin poder dar a sus hijos lo que necesitan”.
Por su parte, la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, admitió problemas de comunicación en el Gobierno en relación a la renta mínima después de que se anunciara por parte de Pablo Iglesias la presentación ante los medios para el jueves que posteriormente se pospuso. “Debemos cuidar la comunicación y hago autocrítica en la parte que me corresponda, pero más allá de matices técnicos, que claro que es complejo, no hay debate político sobre esto”, indicó en una entrevista en TVE.
La titular de Trabajo consideró que “no se debe convertir en debate público en lo que no hay diferencia política” y admitió que en el momento en que ese debate “sale a la comunicación, hay distorsión”.