- El ministro de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, negó ayer que la demora en la publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado domingo se debiera a una “controversia” o a alguna clase de “debate político” entre los dos partidos que sustentan el Gobierno español, PSOE y Unidas Podemos. Así, Ábalos desmiente que se hayan reproducido las diferencias entre socialistas y morados y achaca el retraso a la complejidad de las medidas que paralizan la economía. “Fue mucho trabajo tratar de un día para otro de establecer una medida en que se cesa toda la actividad, las derivadas que tiene y las consecuencias exigen un trabajo técnico”, argumentó en una entrevista en TVE.

A este respecto, el titular de Transportes alegó que no hubo ningún tipo de “preparación previa” por parte de los técnicos, “como ocurre en otros proyectos”. De esta forma, en un contexto de urgencia, fue la búsqueda del “rigor” y la concreción sobre lo que se entiende como actividad imprescindible lo que llevó al retraso en la publicación, según insistió el propio Ábalos.

Lo que sí reconoció el también secretario de Organización del PSOE es un cambio de criterio en el seno del Ejecutivo, que a principios de la semana pasada no consideraba necesaria la paralización de estas actividades, pero se ha visto obligado a hacerlo por el agravamiento de la situación sanitaria. “No podemos estancar una posición política ignorando el ritmo de la epidemia”, reconoció el ministro de Transportes.

Preguntado sobre las críticas de la oposición a la tardanza del Gobierno en aplicar esta medida que paraliza casi al completo la actividad económica y laboral, el ministro socialista se defendió diciendo que el Ejecutivo de coalición va “al paso de lo que es la crisis” y “respondiendo en función de los requerimientos” de la misma. “Efectivamente, no vamos de un modo exagerado por delante”, concluyó finalmente José Luis Ábalos.

- The New York Times ha puesto de manifiesto el comportamiento individualista y poco responsable de cientos de “ricos europeos” que con la llegada masiva del covid-19 al continente optaron por huir y refugiarse en sus segundas residencias hasta que termine la emergencia, eludiendo de esta forma todas las medidas de confinamiento y precaución.

Entre ellos, el diario neoyorquino nombra expresamente a José María Aznar, que abandonó Madrid antes de decretarse el estado de alarma para refugiarse en su chalé de Marbella hasta que se calme la situación. El expresidente del Gobierno español se trasladó a la localidad malagueña acompañado de su mujer Ana Botella y de sus escoltas, para confinarse en una finca en la que cuenta también con la protección de una patrulla de la Policía Nacional.

En el artículo en que el rotativo denuncia este éxodo de millonarios y personalidades, se describe su actitud como “egoísta e irresponsable”, al ofrecer un ejemplo pésimo a la ciudadanía con sus escapadas a otras localidades para evitar pasar la cuarentena confinados en las ciudades.

The New York Times cita asimismo los casos de Francia, Italia y Grecia, donde se constata un gran malestar en algunos sectores de la sociedad con la actitud de quienes se han movido a sus segundas residencias. En el artículo se hace referencia a lo ocurrido en Sicilia, que en las últimas semanas ha visto cómo 40.000 personas de otros países y de otras regiones de Italia llegaban a la isla para refugiarse de la pandemia, poniendo así en peligro el sistema de saludad local.

Algo similar ha ocurrido en Grecia en algunas islas del Egeo, cuyos alcaldes han pedido al Gobierno que frene este éxodo de millonarios.