estrasburgo - Carles Puigdemont redobló su pulso al Estado español desde Estrasburgo en su estreno como eurodiputado y dos años y medio después de exiliarse en Waterloo. El expresident y Toni Comín, rodeados de cargos del Govern y el Parlament y apoyados desde el exterior por unas 300 personas con esteladas, participaron a las 17.00 horas en su primer pleno en la Eurocámara, e incidieron en que la UE debe “dejar de mirar hacia otro lado” e “involucrarse” en la crisis catalana. “Este es un día largamente esperado porque hemos superado dos años de impedimentos para que no hiciéramos política. Se han dedicado muchos recursos económicos, humanos y técnicos para evitar que estuviéramos aquí, pero aquí estamos para acreditar que éste es un asunto europeo que ha impactado de lleno en los fundamentos de la construcción europea”, consideraron, echando además un capote al líder de ERC, Oriol Junqueras, al señalar que “si la UE fuera verdaderamente un espacio de unión, derechos y libertades”, el republicano también se habría sentado en su escaño “porque tiene los mismos derechos que nosotros”. Ambos portaron un cartel con el lema Free Junqueras.
“A él le votaron también más de un millón de personas, pero sus libertades no son respetadas al mismo nivel que las nuestras”, agregó Puigdemont respecto a Junqueras, que perdió su estatus de eurodiputado el pasado 3 de enero después de que el Tribunal Supremo determinara que no goza de inmunidad por estar condenado en firme por el procés. El expresident valoró que España “no respeta las reglas que nos hemos dado entre todos, que son las reglas del Estado de Derecho europeo”, aunque sí que se mostró confiado en que los eurodiputados del PSOE “hagan caso a su jefe de filas”, en alusión a Pedro Sánchez, que en su discurso de investidura se comprometió a “desjudicializar la política”, instándole a votar en contra del suplicatorio. “Es consecuencia directa de la judicialización de la política. Estoy convencido de que serán coherentes y que esta consecuencia no la van a apoyar”, apuntó Puigdemont, que de momento ocupa en la Eurocámara el grupo de los no inscritos -escaños 854 y 853, en la última fila- aunque Comín y él solicitaron su ingreso en los Verdes a través del subgrupo Alianza Libre Europea (ALE).
Respecto a este proceso, que el juez Pablo Llarena inició el pasado viernes mediante el envío del suplicatorio a la Eurocámara, Puigdemont afirmó que tienen “sus previsiones” y una “estrategia” de cara a los próximos meses e incidió en que no la dan por perdida pese a que los grupos en los que están el PP, el PSOE y Ciudadanos forman una mayoría en el hemiciclo. “Nuestra biografía demuestra que no damos nada por perdido, porque si lo hubiéramos dado cuando empezamos el exilio no habríamos salido de casa ni hubiéramos luchado ninguna de las batallas que parecían imposibles y finalmente se ganaron”, zanjó. Puigdemont aseguró no tener miedo a ser extraditado por las autoridades francesas “porque para empezar tengo inmunidad y no solo en Francia, también en España; si España no lo respeta diremos que de nuevo Europa comienza en los Pirineos. No he descartado pisar suelo español”. Recibido el suplicatorio, el portavoz de la Eurocámara Jaume Duch matizó que “el dossier acaba de llegar pero aquí no hay automatismos. Se tiene que leer, se tiene que ver efectivamente si hay que traducirlo a otros idiomas o no y vamos a hacer lo que hacemos siempre, que es tomar el tiempo necesario para hacer las cosas bien” .
euroórdenes Por su parte, Quim Torra, que acompañó a los dirigentes independentistas, pidió a Sánchez “llenar” de contenido su apuesta por el “diálogo” y la “desjudicialización de la política” y demostrar así que no está “engañando” a la ciudadanía. El president exigió la “retirada inmediata” de las euroórdenes que “aún pesan” sobre Puigdemont y Comín, y también salió en defensa de Junqueras. A su vez, el presidente del Parlament, Roger Torrent, alertó al presidente de la Eurocámara, David Sassoli, y al conjunto de eurodiputados de que, a su juicio, “la cúpula judicial española es ultraconservadora y eurófoba y pone en riesgo los principios fundacionales de la UE”. “Se está poniendo en cuestión la integración europea desde el punto de vista judicial”, ya que “no se está acatando una decisión de un tribunal que es jerárquicamente superior”, censuró. Poco después de que Sassoli anunciase que Puigdemont y Comin adquirían la condición de eurodiputados, y de suspender la de Junqueras “por la decisión de la Junta Electoral Central”, Vox intentó sin éxito intervenir en el pleno del Parlamento Europeo.