MADRID - El comité permanente de Coalición Canaria (CC) calificó ayer de “muy grave” la situación creada por “la discrepancia” de voto de la diputada Ana Oramas respecto a la investidura de Pedro Sánchez, ya que el pasado domingo optó por votar en contra pese a la decisión de su partido de abstenerse. Pero más allá de este pronunciamiento, la formación política no adoptó ninguna medida disciplinaria hacia su representante en la Cámara baja de cara a la trascendental sesión plenaria de hoy, en la que el candidato socialista, que necesita más síes que noes, se juega la presidencia con tan solo dos votos de margen a su favor.
Dada esta situación, fuentes del entorno de Oramas citadas por El País avanzaron ayer que volverá a votar no a Sánchez. Este medio agregó en su edición digital que CC habría pedido a su diputada que reconsidere su decisión y se abstenga, pero sin ir más allá de este requerimiento. Tras la reunión del comité permanente, convocada de urgencia en día festivo, el secretario general de CC, José Miguel Barragán, se limitó a decir que “nuestra formación decidirá, a través de sus órganos, los pasos a dar y comunicará los mismos cuándo y cómo proceda”.
En un comunicado, agregó que el partido “no permitirá” que sean otros agentes los que marquen el sentido de las acciones que deben llevar a cabo o cómo y cuándo debe actuar como organización. “Las consecuencias de esta situación afectan al ámbito interno de CC, que no se va a dejar influir por injerencias interesadas”, insistió. Concluyó que “la única explicación se la debemos a los militantes y las personas que confiaron en nuestro proyecto político y a las que informaremos con total transparencia cuando haya finalizado el proceso de análisis interno”. Todo ello a pesar de que, el mismo domingo, CC advirtió en su cuenta de Twitter de que actuaría con sus estatutos ante la indisciplina de cualquier militante.
Verso suelto El consejo político nacional de Coalición Canaria acordó el pasado viernes por unanimidad que se abstendría en la investidura de Pedro Sánchez al entender “insuficientes” las ofertas del PSOE en las negociaciones para lograr su apoyo. Sin embargo, durante su intervención en el debate del sábado, Ana Oramas se desmarcó de esta decisión porque, a su juicio, el pacto de PSOE y ERC “pone fin al Estado de derecho tal y como lo conocemos”. Acusó además al candidato de “arrodillarse ante el secesionismo”.
Efectivamente, Oramas votó en contra el domingo, lo que rebajó la ventaja de los síes respecto a los noes de tres a dos, aunque Pedro Sánchez logró entonces tan solo un voto a favor más por la ausencia de una diputada de En Común Podem. Unas diferencias intrascendentes cuando se exigía mayoría absoluta para salvar la investidura, pero que hoy serán cruciales: si repite el resultado del domingo, Sánchez reeditará su mandato en Moncloa. Y los márgenes son más que exiguos. - C.C.B.