madrid - La exhumación de Franco del Valle de los Caídos, que finalmente se produjo el 24 de octubre, era el principal escollo que, una vez superado, debía dar lugar a la recuperación de las miles de víctimas que permanecen en ese lugar por orden del dictador, en la mayoría de los casos sin el permiso ni siquiera el conocimiento de los familiares. El propio presidente español en funciones, Pedro Sánchez, se comprometió a ello el mismo día del levantamiento del cuerpo del dictador, y recordó que en el valle hay 33.847 víctimas de la Guerra Civil, un tercio sin identificar. Dicho y hecho, el 12 de noviembre Patrimonio Nacional comunicó a 31 familias el inicio del proceso para proceder a otras tantas exhumaciones.

Aquí se incluye a los hermanos Lapeña, cuyo caso contribuyó a desbrozar este camino, así como ocho familias vascas, la mayoría de Gipuzkoa, que cuentan con el respaldo del Instituto Gogora para recuperar a sus allegados. A la hora de llevar a buen puerto esta iniciativa hay que conjugar los trabajos para garantizar el acceso a las criptas en condiciones de seguridad con la intervención forense como tal. Se prevé además que se sumen nuevas peticiones de exhumaciones, dados los 1.238 ciudadanos de la CAV y el millar de navarros que permanecen en Cuelgamuros.

Entre los enterrados allí también se encuentra José Antonio Primo de Rivera, en cuyo caso confluyen dos circunstancias: como víctima de la Guerra Civil -fue fusilado en 1936- le corresponde permanecer en este espacio, pero no en el lugar destacado en el que se ubicó su tumba, lo que anticipa un posible traslado en el interior del propio Valle.

Pendiente queda a su vez la posibilidad de resignificar el Valle de los Caídos ahora que ya no acoge los restos de Franco. Una vez se fijó la fecha para su salida, Amnistía Internacional reclamó a Moncloa que adopte medidas para convertirlo en “un lugar de verdad y memoria”. La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, defendió a su vez que este mausoleo “se circunscriba a la paz, al perdón y a la justicia de las víctimas de la atroz contienda”. - C. C. Borra