BILBAO - El secretario general en funciones de Eusko Alkartasuna (EA), Joseba Gezuraga, señaló ayer que le gustaría que el exlehendakari y fundador del partido Carlos Garaikoetxea se apartase del debate interno que enfrenta al sector oficial con los críticos en el marco del proceso de primarias. El líder provisional de la formación urgió a recuperar la normalidad, mientras el candidato de los críticos, Maiorga Ramírez presentó el recurso ante la comisión de organización electoral contra la anulación de su candidatura para liderar el partido.
Garaikoetxea es uno de los 400 avales presentados por Ramírez para respaldar su candidatura, que también cuenta con el apoyo de otros exdirigentes del partido como Rafael Larreina, Koldo Amezketa o Esther Larrañaga. Pese a superar holgadamente los 60 avales presentados por la otra candidata, Eba Blanco, la comisión electoral invalidó su candidatura aduciendo que, si bien superaba el requisito de los 50 avales en el conjunto de Euskadi, no lo cumplió a la hora de acreditar cinco apoyos en cada uno de los cinco territorios vascos (Álava, Bizkaia, Navarra, Gipuzkoa e Iparralde). La manzana de la discordia está en Iparralde, donde Ramírez presentó siete avales, pero la comisión electoral anuló cinco de ellas por diferentes defectos de forma. Los críticos ven en esta decisión un pucherazo.
Sobre la polémica de los votos de Iparralde, en declaraciones a ETB-1, Gezuraga se mostró escéptico con que Ramírez “pretenda ser secretario general sin conocer a cinco personas en Iparralde”. A juicio del líder provisional de EA hasta el 25 de octubre en que se proclamará a Blanco secretaria general, “Ramírez y su sector están dando una imagen de impotencia”.
La posibilidad de que se produzca la votación de primarias parece remota y solo se producirá si prospera el recurso presentado por Ramírez ante la comisión electoral. El dirigente de EA en Navarra y parlamentario de EH Bildu en la Comunidad foral subrayó que “se pretende hurtar el derecho a opinar sobre los dos proyectos para el partido que están encima de la mesa” y precisó que todavía hay tiempo para corregir la situación. Ramírez calificó de “surrealista” la anulación de su candidatura, “sobre todo porque, en una democracia, el impedir el desarrollo del ejercicio democrático tiene que estar absolutamente justificado en razones de gran magnitud”. Además, rechazó que se utilicen “lecturas tendenciosas de un reglamento que además no está vigente para dejar sin efecto que la afiliación pueda decidir qué proyecto quiere para EA y quién quiere que sea el secretario general”.