El catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona Joan Queralt es tajante: “ La sentencia del Supremo vulnera el principio de legalidad, castiga delitos que no se han producido, fuerza los tipos penales, se inventa los delitos para poder meterlos en el Código Penal. Se atribuyen competencias que no tiene e infringe el derecho a la prueba y por lo tanto a la presunción de inocencia”.

Para Queralt, el alto tribunal ha ido encajando los delitos según le convenía. “Dice el Supremo que no se alteró nada en el estatus y habla de quimera y ensoñación con respecto a la independencia. Entonces, ¿no sé de dónde sacan lo de sedición? Además, no exige violencia para la sedición y el delito que sí la requiere es el de desórdenes públicos, en el que la pena máxima es de tres años. No tiene sentido que para el delito de desórdenes públicos se exija violencia y para el de sedición no. Es mentira, lo han hecho para encajarlo ahí. Han metido los delitos a martillazos. Por lo que respecta a la malversación, ¿cómo va a haber? Si el ministro Cristóbal Montoro controló los gastos día a día al intervenir la autonomía y dijo que a él no le faltaba ni un solo euro”, afirma.

Y, ¿ahora qué? Los dirigentes del procés comienzan ya a cumplir la condena. “Cuando alguien está en prisión ya con condena en firme pasa por la Junta de Tratamiento que debe analizar su situación para clasificarlos. Entrarán seguramente en segundo grado y después, pasado un tiempo de condena, pasarán a tercer grado”, señala el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, quien ahora no contempla ni indultos ni amnistía. Eso sí, recuerda que la solicitud de indulto no tiene porque partir del recluso. “El indulto no tiene que ser una petición del preso. Cualquiera puede pedir que se les conceda el indulto”. - J. Núñez