barcelona - Las profundas diferencias en los últimos meses entre los partidos que conforman el Govern -ERC y Junts per Catalunya- están dificultando una respuesta conjunta del independentismo a la sentencia del Supremo. Por el momento, la reacción institucional a la sentencia consistirá en un pleno mañana en el Parlament en el que el president Quim Torra se posicionará sobre el fallo condenatorio y en principio no se votará ninguna resolución; sin embargo, JxCat y los republicanos ya trabajan en superar los recelos mutuos para consensuar y aprobar junto a la CUP un texto en la Cámara catalana, sea mañana mismo o en los próximos días.
Así lo confirmó ayer la portavoz del Govern, Meritxell Budó, que explicó que los grupos soberanistas están estudiando una propuesta de resolución que pueda votarse en el pleno del Parlament. La Generalitat no presentará un texto propio para su votación, pero entiende que es necesario un “pronunciamiento” del Parlament y delegará en las formaciones políticas con representación en el hemiciclo.
Aunque republicanos y posconvergentes logren ponerse de acuerdo y pacten un documento, su votación puede generar a la Mesa de la Cámara un serio problema, ya que su presidente Roger Torrent ya tiene una advertencia del Tribunal Constitucional sobre las consecuencias penales de tramitar propuestas que critiquen resoluciones judiciales. En todo caso, desde el Govern reiteran que van a estudiar una respuesta “desde la formaciones políticas” para que “se pueda aprobar en el Parlament”.
Asimismo, Budó explicó que siguen dando forma a la intervención de Torra en el pleno de mañana y no descartó que pueda haber alguna votación después. Además, reveló que el planteamiento que pondrá sobre la mesa el president en su comparecencia parlamentaria ha sido “trabajado y consensuado” entre JxCat y ERC.
Es la CUP quien está tratando de vertebrar la respuesta conjunta del independentismo, llamando a superar las diferencias entre JxCat y ERC, que se han agudizado en los últimos meses. En esa línea, los anticapitalistas critican que el pleno de mañana se limite a un discurso de Torra y piden que se celebre también la votación de una resolución. Está por ver también si los comuns se sumarían a una declaración de rechazo al Tribunal Supremo.
“no desfalleceremos” Por su parte, el president va dando pistas de por dónde irá su declaración de mañana en el Parlament. En el acto en recuerdo a Lluís Companys, fusilado por el franquismo hace 79 años, Quim Torra prometió no “desfallecer nunca” en la lucha por el derecho a la autodeterminación y opinó que la sentencia intenta impedir que en Catalunya se debata el poder decidir su futuro. “Ya no podemos hablar del derecho a la autodeterminación”, lamentó, a la par que recordó que celebrar una consulta no es delito, porque no está recogido en el Código Penal.
Además, explicó que Catalunya vive un momento difícil en su relación con el Estado, que “utiliza la represión como diálogo” y que ha sentenciado a 12 personas “por haber ejercido su compromiso político con un mandato democrático”. A su entender, todo el proceso judicial en el Tribunal Supremo ha tenido un carácter político y ha culminado con un fallo “que ha sido de venganza y con el objetivo claro de criminalizar al independentismo, y de que el pueblo abandone la lucha democrática”.
moción de erc Por su parte, Esquerra ya ha dado el primer paso en cuanto a iniciativas parlamentarias y ha presentado una moción para la próxima semana, en la que pide que la Cámara catalana vote si rechaza la sentencia del procés y si considera que la actitud de Manuel Marcha y el resto de magistrados del supremo es “más propia de un sistema judicial autoritario” que de uno democrático.
El texto presentado por los republicanos considera que la actuación del Supremo es más propia de un sistema “que tiene como principal misión garantizar los intereses de una determinada ideología”, que de uno propio de “una democracia avanzada con el objetivo de garantizar derechos fundamentales de la ciudadanía”.