bilbao - El Alderdi Eguna supone el pistoletazo de salida a una nueva campaña electoral. ¿Imaginaba usted la noche del 28 de abril esta nueva cita con las urnas?
-La noche del 28 de abril no, pero la del 26 de mayo, sí. Hubo un punto de inflexión en las municipales y sobre todo en las autonómicas, que fueron tomadas por el PSOE y Podemos como una segunda vuelta y ahí cambió el mapa. A Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se les cambiaron los papeles. Los cierto es que la noche del 28 de abril los números daban. Por eso, lo sucedido después no se entiende salvo por el personalismo de los dos.
¿Hemos vivido un lucha política o un choque de egos?
-Una mezcla de ambas cosas. Lo que ha sido claro es que le han dado prioridad a los intereses de partido por encima de los intereses del país y de la gente. Es triste que dos partidos que se reclaman de izquierda y dos líderes que dicen representar a las clases populares hayan hecho este fiasco. Les ha interesado más la lucha entre ambos .
Pedro Sánchez debe manejar unas buenas encuestas internas para dar este paso y convocar elecciones.
-Cuidado, que las encuestas como las segundas elecciones las carga el diablo. Es verdad que a priori no se presagia un vuelco electoral porque la derecha española está mal y eso también influye en Sánchez para decidirse por las elecciones. Pero ojo, que en Andalucía la derecha ya se aprovechó de la desmovilización de la izquierda.
Y en esa trifulca entre ambos, ¿dónde estuvo y dónde está el PNV?
-No quiero que se piense que sacamos pecho, pero junto con algunos otros hemos sido los únicos que hemos dado la talla todo este tiempo. Nosotros no pusimos condiciones imposibles sabiendo que éramos necesarios, pero insuficientes. Nuestros seis votos eran importantes, pero no los definitivos. Y no hemos hecho el tonto en la comunicación pública, que es el pecado de toda esta gente. En España por la boca muere el político. Publicitan todos sus pasos y eso no debe ser así. Viendo nuestra cultura de pactos en Euskadi, quisimos hacerles ver que la forma en que llevaban las negociaciones les abocaba al desastre, pero cayó en saco roto. Yo creo que hay un exceso de soberbia política por parte de estos dos personajes.
Ustedes repetirán las mismas listas que hace siete meses. Tienen plena confianza en unas mujeres y hombres que apenas si se han podido hacer nada en el Congreso.
-Es gente muy probada y que ha tenido experiencia bien en el Parlamento Vasco o bien en las propias Cortes españolas. Es gente muy contrastada. Además, si hace siete meses las bases nos dijeron que estas eran las personas adecuadas, no ha ocurrido nada para pensar en que hay que cambiarlas.
De momento la encuesta de EITB Focus les coloca de nuevo como primera fuerza de la Comunidad y encima con la posibilidad de ganar un diputado y pasar de seis a siete.
-Yo siempre soy muy escéptico con las encuestas, sobre todo con las que se hacen con mucha antelación de las elecciones. La gente probablemente lo que expresa es un deseo. Pero si hay una cosa importante de esta encuesta: que Euskadi es un país o espacio diferente electoralmente. Esta encuesta ha coincidido con la del CIS, y en España se ve que mejoran posiciones PSOE y PP, los dos grandes bloques. En Euskadi hay voto refugio, sobre todo en el PNV, pero también en el resto de fuerzas vascas.
Serán los cuartos comicios en cuatro años, todo un récord de inestabilidad política. ¿Cree que la abstención puede batir récord en las próximas elecciones? ¿Cómo se puede atraer a los ciudadanos a las urnas?
-Entiendo la frustración y entiendo que la gente esté enfadada y hastiada de la política. Pero ojo, ¿qué sepa definir quién es el culpable? Si la gente no va a votar y van los otros, van a salir y van a ganar. Hay gente que como le salió mal el 28 de abril, ahora creen que les va a salir bien. Esos van a ir fijo. Y segundo, en Euskadi hemos demostrado que hay quienes hacemos política pensando en el acuerdo, en la estabilidad y la responsabilidad.
Euskadi ha sido ejemplo en materia de sanidad o educación, ¿lo es también ahora en comportamiento político?
-Estamos demostrando que hay una manera distinta de hacer política. Ahora mismo acabamos de cerrar un acuerdo unánime sobre Eudel con todos los partidos. Además, y por lo que respecta a nosotros, arrimamos el hombro con Rajoy, que no era fácil; con la moción de censura supimos estar donde había que estar y después del 28 de abril también. La gente debe saber que el PNV va a saber dónde debe estar y ahí va a estar.
A nivel de Estado, la irrupción de Íñigo Errejón, ¿qué puede significar?
-Históricamente se ha demostrado que la fragmentación política debilita a todos. La derecha lo sufrió el 28 de abril claramente. Cuidado con el supuesto efecto multiplicador de la candidatura de Errejón. Yo creo que va a perjudicar a los dos, Unidas Podemos y PSOE, y probablemente pierdan todos.
Por otro lado, la apuesta por trasladar la idea de Navarra Suma al resto del Estado parece haber fracasado. Por lo menos en Euskadi se ha desechado por Albert Rivera.
-Es algo tan artificial cuando están a torta limpia. En el fondo los tres -PP, Ciudadanos y Vox- están compitiendo por el mismo espacio. Vox y Ciudadanos aspiran a aniquilar al PP, que ha sacado lo de España Suma precisamente como mecanismo de defensa contra estos dos. Estoy convencido de que Pablo Casado lo que quiere es que le digan que no para decir que son los otros los que impiden la unión de la derecha. El objetivo de esta estrategia no es que le salga, sino dejar en evidencia tanto a Ciudadanos como Vox.
O sea, ¿no ve un Vascos Suma?
-No. Siendo cínico, yo estaría encantado de que el PP se aliara con Ciudadanos y Vox. Todos sabemos que en el ADN de Ciudadanos está ir contra del Concierto y el PP, por cuatro votos, vendería su alma.En las últimas semanas la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, ha marcado distancias con respecto a ustedes. ¿Es una cuestión táctica de cara a los comicios?
-Mendia está en campaña, pero no para estas elecciones, sino para las autonómicas, y yo le diría que si la carrera es de largo plazo y sales pronto, te desfondas, Y creo que es lo que le va a pasar. Además, se equivoca porque nosotros no somos su adversario político. Su caladero de votos está en otro sitio. Probablemente, el único o casi el mérito principal del PSE es estar cerca del PNV, en los gobiernos de las diputaciones y en el Gobierno Vasco.
Pedro Sánchez se ha comprometido a desbloquear 4.500 millones de euros de las entregas a cuenta de la financiación autonómica. ¿Por qué no se compromete a desbloquear las transferencias?
-Veremos si eso se produce, el desbloqueo digo. Hay anuncios que luego se quedan en aguas de borrajas. Todos los anuncios realizados en época electoral hay que ponerlos en el congelador. El problema de la financiación autonómica viene de lejos. Para arreglar la financiación autonómica hay que tocar el modelo de Estado. La administración estatal es muy gorda y debe adelgazar. No puede haber una administración tan grande del Estado cuando se han transferido competencias a las autonomías.
Pero referente al traspaso de competencias, ¿en los últimos meses ha habido algún movimiento o ha estado totalmente parado?
-El cumplimiento de la ley es la tarea más ordinaria que debe tener un gobierno. Y el Estatuto de Gernika es una ley que debe cumplirse.
El Gobierno Vasco prorrogó los Presupuestos, ahora, de cara a las Cuentas de 2020, con quien contarán además de PNV y PSE ¿podría ser Elkarrekin Podemos?
-Me da la sensación de que salvo el PP, que está metido en su laberinto, Podemos y Bildu se han dado cuenta de que castigar al país por castigar al PNV es un mal negocio. Queremos y creemos ver que hay movimientos sinceros de cambio de actitud. Vemos a un Podemos dejándose querer y Bildu, al ver que Podemos se mueve, se está teniendo que mover. Si hay voluntad por su parte, el acuerdo va a ser posible.
Todos los indicadores hablan de un enfriamiento de la economía, ¿qué medidas se deben tomar?
-Hemos aprendido de la última crisis que se debe poner los medios antes. Da la sensación de que no será una gran crisis, pero sí una cierta desaceleración. En todo caso, nuestra obligación es poner un chubasquero a la economía vasca para que no se moje si vienen mal dadas. Y el chubasquero está listo.
Por volver a sus desacuerdos con el PSE, en el debate del Parlamento Vasco Mendia defendió el Estatuto de Gernika en contraposición al “modelo confederal” del lehendakari. ¿Está claro que no se puede contar con el PSE para el nuevo estatus?
-El nuevo estatus está en la Ponencia residenciado y dentro de ella, en la comisión de expertos, que están trabajando con mucha discreción. Todos somos conscientes de que hay dos o tres asuntos nucleares donde va a ser difícil un acuerdo total, pero hay que intentar que concite el mayor número de apoyos. El Estatuto no pudo contar con el apoyo de los dos extremos, la izquierda abertzale y lo que entonces era AP. Ahora creo que podemos llegar a un amplio espectro de acuerdo. Sinceramente creo que quien se va a quedar fuera es el PP, pero aspiraría a que tanto Bildu como Podemos y el PSE entraran en el acuerdo.
El Gobierno Vasco puso sobre la mesa el borrador de la Ley de Memoria Histórica al mismo tiempo que el Tribunal Supremo avalaba la exhumación de Franco. ¿Se tenía que haber llevado a cabo antes?
-El tiempo ha demostrado que no se puede construir una convivencia sana solo bajo la premisa del olvido. Ha bastado que saltara una pequeña chispa, pero muy simbólica, para que salieran los demonios. Los dos bandos siguen ahí. Cuando nosotros desenterramos a los gudaris que cayeron en Elgoibar o el frente de Elgeta estamos recordando a los nuestros. Otra cosa es que cada uno, aunque sea de un bando, supere la división para poder tener una convivencia. Yo estoy contento porque Franco salga de allí, porque aquello, el Valle de los Caídos, fue un sitio de exaltación de una barbaridad. Ahora, y eso es lo importante, hay que esperar que no quede nadie, que quienes están enterrados allí a la fuerza puedan ser enterrados donde quieran sus familias.
Por último, Catalunya está en un momento muy complicado.
-El mayor valor que ha tenido hasta ahora el procés es el pacifismo. Hasta ahora la agresión siempre había venido por parte del Estado, de las fuerzas del orden. Yo por eso espero que corten cualquier vestigio con la violencia. Yo creo que hay que pedir a la justicia española una investigación muy exhaustiva y, por su propio bien, las autoridades catalanas deben investigar a fondo y si hay la misma tentación de recurrir a la violencia , se debe cortar de raíz. Y luego está la trifulca política con un Parlament que se parece más a un polvorín que a un espacio de debate político.