madrid - La cúpula del Partido Popular en Génova mandó ayer un recado en toda regla a su filial en la CAV y le puso negro sobre blanco los límites de la “autonomía y perfil propio” que Alfonso Alonso pretende imprimir a su formación. La portavoz de los populares en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, le acusó de ser “tibio” con el PNV y le recordó que un acercamiento al nacionalismo vasco “ya fracasó”, en referencia al mandato de Arantza Quiroga al frente de los populares vascos, a la que sucedió Alonso. Asimismo le advirtió de que sus proclamas a favor de la foralidad no pongan en riesgo la “igualdad” de los españoles. Un torpedo en la línea de flotación de la dirección de Alonso que pretende dar un giro a su partido ante las últimas debacles electorales en los comicios de este año.
El zasca de Génova a Alonso se produce en la víspera de la convención política que los populares vascos van a celebrar entre hoy y mañana en el Palacio Europa de Gasteiz. El cónclave pretende ser el punto de inflexión del partido que busca reinventarse.
Las declaraciones de Álvarez de Toledo han sentado muy mal en el PP vasco y han incendiado la convenión. El exdiputado general de Araba y senador vasco del PP Ramón Rabanera, se mostró sorprendido por las declaraciones y la calificó de “mala compañera”. En declaraciones a la cadena Ser, añadió dice que nunca la ha visto por Euskadi y le pide a Pablo Casado que la haga rectificar. El exdiputado general de Araba, recuerda a la portavoz de su partido en el congreso que los derechos forales están reconocidos en la Constitución y se ofrece a darle unas clases de foralismo.
En esta convención Alonso quiere dotar al partido de un “perfil propio” vasco, con mayores dosis de autonomía frente a Génova y con una defensa más contundente de la foralidad en Euskadi. Durante estos dos días los populares vascos intentarán sellar esta apuesta y comprometer en torno a esta hoja de ruta a todo el partido.
La apuesta choca con los planes de Casado que plantea un partido homogéneo en todo el Estado y en clave de recentralización también interna. Euskadi y Galicia, Alfonso Alonso y Alberto Núñez Feijóo, han intentado sin ruido hacer su propio camino aunque, al contrario que el líder del PP gallego y presidente de la Xunta, el dirigente vasco presenta unos resultados electorales muy precarios.
Y Álvarez de Toledo se lo recordó ayer para prevenirle de un mayor distanciamiento de Génova en su intento de resucitar al PP en Euskadi aproximándose a lo que ella denomina el “marco del nacionalismo” vasco, especialmente al PNV. “Los errores que se cometieron en el PP vasco en su día fueron porque se apartaron de la consigna de que lo moral es lo eficaz y se creyó que acercándose a posiciones más tibias, de contemporización con el nacionalismo vasco, se podía obtener un mejor resultado electoral; y se ha demostrado que esa operación ha fracasado”, declaró ante los micrófonos de esRadio.Todo un aviso a navegantes cuyo efecto real podrá medirse entre hoy y mañana en la convención del partido, especialmente en la jornada de clausura de mañana en la que tomarán la palabra primero Alonso y luego Casado.
foralidad e “igualdad” En los días previos a la convención, en la que los populares vascos fijarán sus posiciones en materia política, económica y social, Alonso ha enseñado sus intenciones en distintas entrevistas y ha subrayado que el PP vasco es “distinto” del Partido Popular estatal. “Tenemos nuestra opinión y nuestra posición. Para nosotros es muy sensible el tema de la foralidad. Supongo que eso es un asunto que no es importante en Murcia, pero para nosotros es decisivo”, ha explicado, en referencia al régimen especial consagrado en la Constitución por el que, de forma similar a lo que ocurre con la comunidad de Nafarroa, se rigen los territorios históricos de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa.
Sobre el acento vasco que reclama Alonso para su formación, Álvarez de Toledo señaló que “si el perfil propio consiste en decir que la legitimidad de nuestro ordenamiento constitucional tiene zonas reservadas que se remiten a derechos históricos previos y no a la Constitución y a la soberanía común, me parecería un grave error”. En este sentido, sugirió que el proyecto de Alonso pase por reivindicar la igualdad de los españoles y su libertad, “es decir, del principio constitucional en el que estamos”.
Por todo ello la elegida por Casado para fijar el mensaje público de los cargos del PP defendió que la refundación de la marca en Euskadi tiene que pasar por conformar un proyecto “moderno, moral y eficaz”. A su juicio, el PP vasco cometió el error de separarse de la idea de que “lo moral es lo eficaz”, añadió en referencia sin citarla a Arantza Quiroga, presidenta del partido entre 2013 y 2015, año en el que dimitió ante las críticas internas y externas por su posición sobre la convivencia y el final de ETA.