Madrid - Pedro Sánchez se comprometió a no dar por perdido el mes de agosto y a dedicar el periodo estival a reunirse con sus potenciales socios -PNV, Compromís y PRC, entre ellos- para después volver a retomar las conversaciones con Podemos e intentar superar los escollos que llevaron al fracaso la investidura el mes pasado. Sin embargo, el presidente ha ido demorando la ronda de partidos y, restando un breve encuentro con los nacionalistas valencianos, nada ha ocurrido este mes. Desde La Moncloa aplazaron el inicio de estas negociaciones a septiembre, pero ahora ni siquiera confirman que se vayan a producir en las próximas semanas.
Así lo confirmó ayer la vicepresidenta Carmen Calvo, que reconoció que Pedro Sánchez no tiene de momento en su agenda un encuentro con Unidas Podemos ni con ninguna otra formación, y no desveló si tendrán lugar más adelante. La ministra cree que, en este momento, lo principal es que el PSOE articule un nuevo programa de Gobierno en el que podrían estar presentes algunas de las propuestas de Podemos como acercamiento a los de Pablo Iglesias: “El presidente del Gobierno se reunirá, si ha lugar, con un programa fortalecido, ampliado y mejorado con el resto de grupos. Si ha lugar. Pero el presidente no tiene ningún encargo ni ninguna particular incidencia en un asunto hasta el día 23 de septiembre”.
Ese día se acaba el plazo para otra investidura y el presidente en funciones se vería obligado a disolver las Cortes y llamar a nuevas elecciones generales. Hasta ese momento, según explicó ayer Calvo, el líder socialista va a continuar elaborando su programa y reuniéndose con asociaciones de corte social, pero no precisa si se verá con dirigentes de otras formaciones políticas. Uno de los encuentros que se habían anunciado para el verano era la visita de Sánchez a Bilbao para reunirse con Andoni Ortuzar, que se ha ido demorando en el tiempo hasta llegar al punto en el que se desconoce si tendrá lugar.
De esta forma, el líder del Ejecutivo español ha optado por hacerse de rogar y presionar con los plazos a sus posibles aliados aprovechando el temor a la repetición de elecciones. A día de hoy todo está por concretar y ni siquiera se conoce si se presentará a otro intento de investidura el mes que viene. Por el momento, no es ya candidato al haber decaído su postulación tras su fracaso de julio.
En eso se escudan en el PSOE para justificar la inacción del presidente en funciones. En palabras de Carmen Calvo, Pedro Sánchez no tiene la responsabilidad de formar Gobierno en este momento, ya que debe ser propuesto por el rey y por el momento esto no ha ocurrido. Por tanto, la ministra pone la pelota en el tejado de Felipe VI: “Veremos qué dispone y en qué momento el Jefe del Estado, si se produce o no el encargo a alguien”.
Lo que está claro es que el PSOE solo ve una salida para evitar los nuevos comicios: que Unidas Podemos ceda y permita una investidura de Pedro Sánchez sin entrar en un Ejecutivo de coalición. A cambio, los socialistas prometen incluir parte del programa de Pablo Iglesias en un futuro Gobierno. En Ferraz hay plena unidad respecto a alejar un gabinete bicolor, tras el fracaso de las negociaciones de julio y la pérdida de confianza con los dirigentes del partido morado. En esta tesitura, la consigna es clara: o gobierna el PSOE en solitario o habrá nuevas elecciones el 10 de noviembre.
podemos insiste En la formación morada no compran este marco y no desisten en absoluto de entrar en un Ejecutivo con los socialistas. Los de Iglesias no entienden que Sánchez no quiera volver a la mesa de negociación y retomarlo donde lo dejaron en julio, donde a juicio de los morados estuvieron “cerca” de conseguir la coalición. Según la portavoz Noelia Vera, el mes pasado “se avanzó bastante” y, aunque la investidura fracasó, hay tiempo para enmendar la fractura.
Asimismo, Vera cargó contra Carmen Calvo por poner la presión en el Jefe de Estado en lugar de asumir responsabilidades. “Al final va a tener la culpa hasta el propio rey”, ironizó. Según la dirigente de Podemos, el argumento de la vicepresidenta no tiene sentido y es el propio Sánchez quien debe “llamar a los puertas de los grupos para sentarse a negociar”. Además, lamenta que la ciudadanía no entiende “a qué están jugando” los socialistas: “Esperan a que caiga la breva o a que sea el rey el que dé el pistoletazo de salida”.